Fábregas es el componente que necesitaba el Chelsea para mutar en su
estilo y encontrar diferentes variables. El español parece sentirse cómodo en
su nueva función y produce en base a su visión de juego.
La versatilidad
de recursos suele ser fundamental para una idea futbolística. Durante el pasado
año, el Chelsea contó con gran cantidad de matices en su plantel, pero lejos
estuvo de tener entre sus filas a alguien que conecte líneas mediante un pase.
Un jugador que sea un nexo desde el centro del campo. Si bien el conjunto
londinense no ha cambiado el esquema del anterior curso al actual, hoy posee
otras variantes.
En duelos
directos, la competitividad mantenida por el conjunto Blue frente a los
ocupantes de las primeras plazas en la pasada Premier League, fue épica. Más
allá de cómo lo haya logrado, manifestó en cada partido la capacidad de ser
efectivo en el arco rival y mantener una solides defensiva que muy pocas
escuadras son capaces de igualar en Europa. Aun así, carecía de una pieza para
poder aumentar las posibilidades de creación desde el centro del campo.
José
Mourinho demandó en el mercado aquellos jugadores que le permitieran dar el
salto de juego. De esa manera, incorporó lo que era necesario para hacer más
fuerte al plantel y dotarlo de las características que aún le faltaban. Los de
Stamford Bridge mutan de un tiempo a otro en base a sus refuerzos, y hoy tienen
mejores armas para la gestación de ataques posicionales.
Tras haber
estado en Arsenal y tener una etapa en Barcelona que no finalizó del mejor
modo, Fábregas ha decidido volver a la capital inglesa. Era el futbolista
menester para el entrenador luso, la unión entre volantes y delanteros. El ex
culé hace variar el plan principal y aquel estilo de transiciones rápidas que
el equipo exhibió en el primer año del DT en su segundo período.
Si Lampard
era un gran llegador, agresivo y con muy buena pegada, Cesc equilibra la zona
media con Matic y brinda un primer pase siempre claro. El ex Benfica, quién
había salido del club para regresar hace pocos meses, parte como mediocentro y
estabiliza al conjunto, por su sentido de ubicación y de robo de balón. Sin
embargo, el punto que una a volantes y trescuartistas era lo que le faltaba a
Mou. El español llega para ocupar el lugar y ser el encargado de ese rol.
Con solo
dos partidos jugados en el inicio del certamen de liga, Fábregas ya demostró
que se siente cómodo desde el doble pivote, siendo el jugador de más libertad
del dueto en mitad de cancha. Necesita de la movilidad, la creación de líneas
de pase, y esas condiciones se las aporta el vértigo en fase ofensiva.
Schurrle, Oscar y Hazard se lo proporcionan. Así, puede aprovechar su visión
periférica de juego, para soltar una pelota al espacio o comenzar a gestionar
en corto.
Acostumbrado
a actuar como ‘falso 9’ o enlace en Catalunya, la función que hoy tiene en
Chelsea parece ser la que le corresponde para utilizar su dominio y la
sensibilidad de su pie derecho y tener la rotación de sus compañeros de frente.
Para muestra, las dos habilitaciones frente al Burnley, con la marcada
exactitud y lectura de juego. Su pase a Schurrle, en el segundo gol del debut
en Premier, lo evidencia.
En el Barcelona (Cesc) jugaba de nueve, de falso nueve, de diez, de extremo, en tantas posiciones. Pero yo sé, y él lo sabe aún mejor que yo, cuál su verdadera posición. Mourinho sobre Cesc.
Por otro
lado, también es un efectivo más en la presión alta. Ante la salida rival,
adelanta su posición para intentar generar una superioridad numérica sobre el
poseedor y recuperar rápido. Sin lugar a dudas que Cesc ha encontrado su
funcionalidad. Lógicamente, deberá seguir respondiendo en esta incipiente
experiencia, dentro un esquema que le da una exclusiva importancia a su figura.
El Chelsea,
que tiene las armas para alternar fases de ataques estáticos con juego directo
en transiciones, halló incluso en Fábregas a un excelso lanzador. No obstante,
es un elemento importante pero no el único, dado que Diego Costa es letal como
definidor (más en la verticalidad), e Ivanovic puede destacar por la banda
cualquiera sea la idea que plantee Mourinho. Por si fuera poco, cuenta con centrales
experimentados –jóvenes como alternativa-, y dos arqueros de lujo; de hecho, el
belga Courtois le quitó el puesto a Cech, como el mismo checo haría cuando
reemplazó a Cudicini para quedarse con la titularidad.
Más allá
del tercer puesto obtenido en la pasada campaña, esta vez el conjunto azul de
Londres tiene los recursos para disputar el certamen hasta el final. Deberá
evolucionar el sistema, y modificar en medio de la competencia para mantener el
nivel. Durante el mercado, se reforzó con lo que necesitaba. Después de haberla
ganado en 09/10, intentará volver a hacerse con la liga.
0 Comentarios..:
Publicar un comentario