Emoción, tensión, nervios y ataduras. Desde que salió a la cancha, el conjunto brasileño pareció sobrepasado por la responsaibilidad de la cita. La imagen de Thiago Silva, capitán del Scratch, con los ojos enrojecidios pintaban de cuerpo entero al conjunto de Scolari. Lágrimas.
Pero no se quedó en eso. Brasil, aturdido, tuvo un muy mal comienzo. Croacia y su ambicioso elaborado por Niko Kovac sorprendieron a los locales. Presión antes de que a verdeamarelha pueda cruzar la mitad de cancha y salida veloz. Tras un aviso, los balcánicos se pusieron adelante aprovechando una pésima transición defensiva de su rival. Además, David Luiz no cerró y Marcelo se llevó por delante la pelota.
Pero así como el plan de Kovac tenía armas para el desequilibrio también guardaba el secreto de las debilidades de su equipo. Mucha técnica y poco músculo; Brasil se esforzó, adelantó líneas, aplicó intensidad y Croacia se vio muy frágil. Modric y Rakitic corrían más de lo que podían jugar. Los centrales brasileros jugaban en el círculo central y le aplicaban vértigo a su equipo. Paulinho se desplegaba -más útil en lo táctico que en resoluciones individuales-, Oscar las pedía todas y Neymar comenzaba a hacerse omnipresente. Sangre.
De los pies del crack del Barcelona llegó el empate tras una acción afortunada con un par de rebotes. Pletikosa también hizo su parte con su poco despegue.
Ese vendaval parecía prometer un huracán para la segunda mitad. Nada de eso. Modric fue descollante en esa segunda mitad, Rakitic fue complementario y Kovacic que había sido demasiado leve en el primer tiempo empezó a actuar con desmarques a las espaldas de Paulinho y Luiz Gustavo. El partido se enrareció y ya no era de pronóstico claro.
Scolari dispuso el ingreso de Hernanes, para tener mayor claridad en la circulación. Neymar seguía siendo el desequilibrio con Oscar pero no encontraba ayudas en Hulk y Fred. Pero, llegó el click: un penal que solo vio el juez japonés puso a Neymar frente a Pletikosa. Pareció que lo sacaba el arquero pero entró con lo justo. Sudor.
Luego llegó una acción discutida, tras un centro Olic fue a buscar ante Julio César. El arquero salió flojo, pero pareció que el delantero se apoyó. La jugada terminaba en gol. En los últimos minutos Croacia tiró el resto y mereció llevarse algo, pero ahí sí apareció Julio César con dos tapadas claves. En el final, Oscar lo liquidó en la contra.
Brasil empezó con un triunfo que así como trae alivio por el resultado, deja muchas dudas por el rendimiento. Scolari tendrá tiempo para ajustar las tuercas antes del juego ante México. Croacia por su parte deja una imagen buena y peleará por la clasificación a octavos.
Scolari dispuso el ingreso de Hernanes, para tener mayor claridad en la circulación. Neymar seguía siendo el desequilibrio con Oscar pero no encontraba ayudas en Hulk y Fred. Pero, llegó el click: un penal que solo vio el juez japonés puso a Neymar frente a Pletikosa. Pareció que lo sacaba el arquero pero entró con lo justo. Sudor.
Luego llegó una acción discutida, tras un centro Olic fue a buscar ante Julio César. El arquero salió flojo, pero pareció que el delantero se apoyó. La jugada terminaba en gol. En los últimos minutos Croacia tiró el resto y mereció llevarse algo, pero ahí sí apareció Julio César con dos tapadas claves. En el final, Oscar lo liquidó en la contra.
Brasil empezó con un triunfo que así como trae alivio por el resultado, deja muchas dudas por el rendimiento. Scolari tendrá tiempo para ajustar las tuercas antes del juego ante México. Croacia por su parte deja una imagen buena y peleará por la clasificación a octavos.
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