Más allá de lo que suceda frente a Uruguay en Rio de Janeiro el 28 de junio, Colombia está firmando el mejor mundial de su historia. Frente a Japón lo ratificó con un contundente 4-1 en el estadio Arena Pantanal de Cuiabá, donde el conjunto amarillo fue recibido por una gran cantidad de aficionados a su favor como en los partidos pasados. El equipo de José Pékerman terminó la fase de grupos con 9 puntos de 9 posibles. Así mismo, el portero Faryd Mondragón saltó al terreno de juego al minuto 85 y se convirtió en el jugador más veterano en jugar en la Copa del Mundo con 43 años y 3 días.
Para este encuentro, el entrenador tricolor realizó ocho cambios con respecto al partido frente a Costa de Marfil. Los que repitieron fueron Juan Guillermo Cuadrado, Pablo Armero y David Ospina. Por su parte, Japón saltó al terreno de juego con sus mejores armas. Honda, Kagawa, Nagatomo, Uchida y Okazaki, entre otros, aparecían en el 11 titular de Zaccheroni.
En los primeros minutos los dos equipos se tantearon. Los sudamericanos se hicieron del balón al inicio pero fueron perdiéndolo con el paso de los segundos. Japón, por su parte, no lograba hacer mucho daño en la portería contraria. A pesar de recibir con mucha libertad entrelíneas, no podían superar a Valdés y Álvarez Balanta. El tiempo pasaba y los equipos no eran profundos.
Sin embargo, Jackson se tiró atrás e hizo estragos. El delantero del Oporto mandó un pase a Adrián Ramos desde las cercanías de la bomba central. Éste lo recibió en el borde del área y recibió una falta. Así fue como se desequilibró el marcador. Cuadrado definió certero y al centro. Sin ser mucho, Colombia ya ganaba en Cuiabá.
De ahí en adelante, Japón empezó a acercar al elenco tricolor a su arco. Quintero no estaba en su mejor día y perdía el balón las pocas veces que le llegaba. La salida colombiana estaba fallando, por lo que los asiáticos veían de cerca a David Ospina. Fue por eso que bastó con una acción. Quintero perdió un balón que le llegó a Honda. El jugador del Milan corrió por la banda derecha y centró el esférico a Okazaki que superó la poca resistencia que ofreció Carlos Valdés.
Para la segunda mitad las cosas cambiaron. James Rodríguez y Carlos Carbonero ingresaron por Juan Fernando Quintero y Juan Guillermo Cuadrado. El 10 de Colombia revolucionó todo. Desde que ingresó adquirió protagonismo, hizo que su equipo dominara el partido. Sus pases desacomodaron a la defensa rival y facilitaron la labor de Ramos y Martínez.
Así llegó el 1-2 parcial. Guarín aguantó el balón en el exterior del área japonesa y se lo tocó a Arias que llegó a apoyarlo. El joven del PSV corrió de manera diagonal y le pasó el balón a Rodríguez que estaba en la media luna. A su vez, el mediocampista del Mónaco habilitó a Jackson que definió con la pierna izquierda para vencer a Kawashima. “Cha cha cha” recuperó su confianza y volvió a anotar con la Selección Colombia después de 1 año, 4 meses y 18 días.
Después de esto, Colombia dominó y
remató el partido. Martínez encontró otro gol y James anotó uno de los mejores
tantos de lo que llevamos del Mundial. Engaño total a Uchida para luego picarle
el balón al portero. Fue moño con el que se cerró el regalo para Faryd que
entró cinco minutos antes. Mondragón tuvo la chance, incluso, de atajar un
remate rival. El jugador de 43 años lloró y fue ovacionado por toda la tribuna.
Él es el único sobreviviente del mundial de 1994 y fue en este partido, quizás,
el último en el que se le vio jugar como portero profesional.
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