El estadio Arena Fonte Nova fue testigo, esta tarde, de la
primera gran sorpresa de la Copa del Mundo Brasil 2014 que llegó de la mano de
una arrolladora selección holandesa que aprovechó al máximo la fantasmagórica
actuación de una España demasiado previsible que mostró alarmantes deficiencias
en las dos áreas.
Los primeros minutos mostraron a España ejerciendo el
control de la pelota en la mitad de la cancha pero con poca profundidad y un
Diego Costa solitario y absorbido por una multitudinaria defensa holandesa. Mientras que los de Van Gaal, en cambio, eran pura verticalidad en la búsqueda de los tres de arriba que rotaban
permanentemente de posición intentando complicar a una defensa española que
jugaba en línea y que en la primera incursión seria en ataque del equipo holandés,
que terminó con una tapada de Casillas en un mano a mano con Sneijder, anticipó
lo que ocurriría más tarde.
Sin embargo, tras un penal discutible, derivado de una
imprudencia de De Vrij arrojándose al piso ante un enganche de Diego Costa,
España encontró la ventaja inicial y tuvo el segundo luego de un magistral pase
de Iniesta a Silva que encontró atento a Cillessen cuando el Mago le picó la
pelota en el mano a mano. Nada hacía imaginar lo que ocurriría de allí en más.
Holanda, que ya se había adelantado en el campo tras el gol
español, alcanzó el empate sobre el final del primer tiempo tras un largo envío
desde la izquierda de Blind, uno de los principales valores holandeses mientras
hubo partido, Van Persie le ganó la espalda a los centrales de la Roja y
sorprendió a un Casillas que esperaba el control del holandés con una palomita
que se metió por encima del arquero de Real Madrid.
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| Golazo y a cobrar. |
Cuando el complemento anunciaba a España lejos de su arco
pero aún sin noticias serias para el arco de Cillessen, Holanda llegó al
segundo gol por otro centro de Blind que Robben, la figura del partido, controló con pierna izquierda
para luego desairar a un Piqué lejano a su mejor versión, y definir justo antes
del cruce de Sergio Ramos ante el inútil
esfuerzo de Casillas.
A partir de allí el partido fue todo de Holanda. España se
quedó sin energías y cuando Del Bosque hizo ingresar a Pedro y a Fernando
Torres para intentar algo nuevo, llegó el golpe de nocaut: un tiro libre de
Sneijder desde la izquierda superó la salida de Casillas que chocó con Van Persie
y encontró a De Vrij para empujar el balón al arco español y decretar el 3 a 1. Quedaban 25 minutos de agonía por delante para un seleccionado ibérico que vería
caer otros dos goles, uno por un error de Casillas en la salida que aprovechó
Van Persie y otro a partir de una corrida memorable de Robben para superar en
velocidad a Ramos y dejar en ridículo a Casillas antes de definir arriba al
palo izquierdo y sellar el marcador.
Comienzo ideal para una Holanda práctica y contundente que
ganó un encuentro fundamental para sus posibilidades de clasificación y
preocupación total para una España que deberá revertir con cambios de raíz una
situación complicada desde la derrota y desde la diferencia de gol negativa que
arrastrará para la definición del grupo.
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