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Emprender el vuelo con una Ilusión...

En la despedida de México ante su gente antes de su partida a Brasil, el Tri derrotó a Israel por 3-0 pero no convenció a su público. La frutilla del postre fue la despedida de Cuauhtémoc Blanco.



"Después de la tormenta llega la calma", cita el refrán y para la Selección Mexicana que pareciera estar ahora en el ojo del huracán, después del complicadísimo pase logrado al Mundial del cual ya se ha hablado mucho y sobra ya mencionar. Hoy el Tri con miras a Brasil, se despidió de su país, de su gente y en su casa: El Monumental Estadio Azteca, lo hizo contra su símil de Israel.

Pero pareciera que viene lo peor, el grupo donde quedó ubicado es uno de los más fuertes. La zona A junto al anfitrión Brasil, siempre candidato al título, Croacia, el cual luce como un conjunto fuerte y con buenos jugadores, y Camerún, como todos los africanos son equipos difíciles para cualquiera.

Las aspiración del cuadro Tricolor se ven reducidas. Pasa más por la fe en que el conjunto encuentre su mayor nivel y pase a la siguiente fase, pero si somos críticos, bastaría con hacer partidos dignos y caer con el rostro al sol. Y no es ser pesimista, pero esa sensación se palpa con todos y cada uno de los seguidores mexicanos de este hermoso deporte. Si partimos desde la convocatoria, no hubo siquiera llamados sorpresivos o "bombas" fueron muy acordes a lo que venía insinuando Miguel Herrera, ni siquiera el listado se prestó para la controversia o la discusión. La mayoría concuerda en que no había 23 mejores que nos representaran. 

Ilusión nacional
Y sí solo 23, Miguel Herrera pasó por un proceso mundialista donde sería cortado, esto en el 94' por Mejía Barón, y así, el Piojo como es un tipo recio, efusivo y excéntrico, se manejó con códigos, y decidió no manosear nombres y jugársela solo con los 23.

Sea pues el inicio prometedor de una serie de partidos de cara a la justa mundialista y la renovación de creencia en una selección muy golpeada, pero que si algo caracteriza es de ilusionar a todo un país. 

El partido sirvió también para despedir al gran  guerrero azteca como lo es Cuauhtémoc Blanco del combinado tricolor. Pero ahí es donde entra la preocupación, a tan solo poco más de 15 días de arrancar el Mundial, el jugador homenajeado fue el mejor jugador de México en los primeros 35 minutos, y esto cambió porque fue sustituido. 

Así fue como el "Cuauh" nos dio una cachetada a los optimistas y nos devolvió a la realidad. Evidenció las carencias, la falta de conjunto en la Selección, la falta de trabajo en equipo y el compromiso de algunos, aún en estas instancias, pero total mientras la "selfie", muy sonrientes, con el Presidente Enrique Peña Nieto en el abanderamiento circule por las redes sociales, habrá que "creer", como dice el spot publicitario de la Federación Mexicana de Fútbol. 

El adiós de un grande
La crónica del partido

El juego fue típico de preparación, pero con tintes de surrealismo, y no solo por la inclusión del "10" Cuauhtémoc Blanco en el cuadro titular, sino también en el planteamiento de Miguel Herrera. El equipo que saltó a la cancha tuvo a Carlos Salcidos acompañando en la zaga central a "Maza" Rodríguez y Diego Reyes; y como medio de recuperación Andrés Guardado acompañado en el centro por Marco Fabián e Isac Brizuela, abiertos por las bandas Paul Aguilar y Miguel Layún, y al frente el mejor jugador por México en los últimos años Oribe Peralta haciendo dupla con el homenajeado.

Por parte de Israel plantearía un 4-4-1-1 con los siguientes jugadores: Harush, en el arco Shpungin, T. Ben, Gershon, Kayal, en defensa, Refaelov, Yeini, Zahavi, Sahar, en una segunda línea O. Ben atrás de Damar. 

El arrancar con Cuauhtémoc Blanco para su homenaje provocó que se tuviera a mucha gente en el medio campo, ya que el ex americanista se comportó más como enganche que delantero, lo cual dejó la punta para Oribe Peralta en solitario.

Al salir Blanco e ingresar Raúl Jiménez, el Tricolor volvió a un pintura de 5-3-2, ya con mayor desenvolvimiento para Isaac Brizuela y Marco Fabián en su labor de volantes. Ya sin la pausa que dio Cuauhtémoc en el centro de la cancha, se dio la incorporación más constante de los laterales Paul Aguilar y Miguel Layún, originándose así el primer tanto del encuentro.

La llave para México fue el atrevimiento de Miguel Layún para disparar a puerta y el agradecimiento al portero israelí Ariel Harush, quien se quemó solo y mató a su equipo al fallar en el intento de atajar los balones. Al 43', Layún disparó y Harush se comió el proyectil al no decidirse por rechazarlo o sujetar el esférico. La escena se repitió al 60', cuando Miguel volvió a tirar y el arquero elevó el balón para mandarlo a su propia red.

Layún festejó el primero
Cuando todo era gozo para el Tri, llegó la angustia. Al barrerse contra un adversario para tratar de quitarle la oportunidad de anotar, el portero Jesús Corona resultó con un golpe en la cabeza al no evitar que la pierna de Francisco Javier Rodríguez lo chocara. El jugador salió en camilla y su lugar lo tomó Guillermo Ochoa.

Se encenderían los focos rojos
El Tri puso el tercero al 87', en otro tiro lejano, ahora de Fabián, para crear la goleada, tardía quiza pero suficiente para dejar la imagen de un equipo contundente. En lo general, no logró el conjunto mexicano un partido redondo, espectacular o lleno de lucimiento. Estos síntomas son normales al tratarse del primer juego en la etapa final de preparación, pero intentó fabricar caminos al gol, valorar a varios jugadores en diferente posiciones, sobreponerse a las vicisitudes del partido y mantener el cero en su portería.


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