El gran invicto y la actualidad que lleva el Parma invitaban a un buen
partido ante Genoa, pero no resultó un gran encuentro, y acabaron empatados
1-1. A los de Donadoni les faltaron ideas para quebrar a Perin.
En la
presente edición del Calcio, varios equipos se apuntan como revelación. Uno de
ellos es el Parma que, con el partido jugado este domingo, alcanzó los 18 juegos
invicto. De todas maneras, su rendimiento como local ante el Genoa no fue el
esperado, dado que una victoria lo colocaría en zona europea, en puestos de
clasificación a Europa League. Un buen rival del otro lado lo incomodó en todo
momento, y no pasaron del empate en uno.
La ambición
con la que salió el dueño de casa evidenció la actitud de querer continuar por
la misma senda, pero en pocos minutos se apagaron las luces en fase ofensiva, y
debió pelear el partido en el centro del campo ante un Genoa que por momentos
impuso condiciones. Antes de que se cumplan los 20 minutos, la visita convertiría
el primer gol del encuentro, luego de completar una de las premisas claves para
este encuentro, la presión alta. Provocaron el error en la salida, y la pelota
se fue por la línea de banda. Sacaron el lateral, y tras un muy buen pase de
Konaté, Cofie marcó definiendo cruzado.
Esa ventaja
del conjunto que por estos días se ubica en la zona baja de la tabla obedecía a
su intento de no dejar jugar al Parma. Presión en la mitad, con dos hombres
bien plantados, y un retroceso rápido y ordenado. Así se mantuvo en los 90
minutos. Igualmente, el tanto adversario provocó la reacción del conjunto Gialloblu, que tomó la iniciativa y fue
a buscar la igualdad.
Conseguiría
el empate con un muy buen gol del argentino nacionalizado italiano, Ezequiel
Schelotto. Luego de una confusión en el área, tras un centro producto de una
pelota quieta, el Galgo atrapó la
bola y con un zurdazo la clavó en el ángulo izquierdo del arquero. Desde ese momento,
Parma tomó más seguridad, aunque la imprecisión en la mitad no permitía generar
chances claras cuando Parolo o Munari recuperaban. Además, en esa etapa
inicial, Antonio Cassano estuvo ausente, casi sin tocar la bola, encerrado en
la marca.
Luego, al
complemento, el equipo de Donadoni supo que debía arriesgar, y se adelantó
varios metros en el campo. Schelotto, de buen partido, se movió por todo el
frente de ataque, pero rara vez pudo aprovechar para filtrarse y generar una
línea de pase. Mediante faltas cercanas al área, Parma consiguió disponer de
algunas oportunidades para convertir el segundo gol, pero en una y otra ocasión
apareció el portero Mattia Perin.
El
entrenador intentó cambiar el rumbo, en búsqueda de esa victoria que pueda
depositar a sus conducidos en un lugar de privilegio en la tabla, pero tampoco
pudo obtener así los tres puntos. Biabiany ingresó por Schelotto, y Obi en
lugar de Munari, con la intención de lograr más profundidad por banda, y mejor
control en el centro del campo. Lo logró por algunos instantes, pero las
imprecisiones continuaban, y el juego colectivo se resentía ante esas pérdidas.
Con el apriete en la línea media, el Genoa lograba la recuperación, pero no
tenía velocidad para lanzar la contra, ni recursos ofensivos para complicar a
la defensa contraria.
De a poco,
un Parma sin variantes ni ideas ofensivas terminó derivando todos sus ataques
en balones directos hacia su goleador, Amauri. El delantero perdió siempre en
su duelo con los zagueros rivales, y en la única que tuvo de cabeza no pudo
anotar por una sensacional atajada de Perin, el arquero más prometedor en
tierras italianas. Cassano tuvo algunos destellos en la segunda mitad, pero
salió cansado y haciendo poco por la victoria.
Sin meterse
atrás, e intentando tomar la mejor decisión por lo menos en una jugada que le
diese la victoria, Genoa se fue conformando con el empate, y los cambios
defensivos de su DT así lo reflejaron. Perin siguió siendo fundamental con una
muy buena atajada sobre el final, pero al Parma le faltó imaginación, fue un
equipo inconexo, que dejó pasar la oportunidad, y dio la sensación de aceptar
terminar un partido más sin perder.
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