El Atlético de Madrid y el Barcelona igualaron 0-0. Mucha paridad, pocas acciones de peligro y la lideranza para ambos. Messi ingresó en el complemento y pese a su poca participación, tuvo las más claras de la visita.
Ya han jugado 270 minutos de fútbol esta temporada Atlético de Madrid y Barcelona, los dos líderes de la Liga Española. En el global, aún no se sacaron ventajas y anotaron apenas un gol por lado. Ni el poderío individual del conjunto catalán, ni el bloque sólido de los madrileños han podido marcar distancias; al menos en el resultado.
Porque en el juego, siempre parece más cómodo el conjunto del Cholo Simeone. Impone las reglas en buena parte de los encuentros entre sí, y cuando le toca pasar sozobras cierra filas y aguanta los chubascos.
Más allá de esto, el juego invitaba a creer que se podía ver algo más. En verdad, los locales salieron más decididos y en los primeros quince minutos habían estado cerca del primer tanto en un Vicente Calderón totalmente colmado. El Barcelona se sacaba rápido la pelota de encima y los del Cholo se volcaban sobre Valdés. Diego Costa empezaba a jugar su partido contra Piqué y Mascherano (que ganaron más de lo que esperaba la cátedra en la previa) y Arda Turan era el factor desequilibrante en un equipo que es todo equilibrio. De uno de los desbordes del turco podría haber llegado el primer tanto.
Esa acción y un córner que no llegó a empujar Costa por el segundo palo fueron casi las únicas de peligro en el primer tiempo. ¿El Barcelona? Muy incómodo en los primeros minutos, saltando líneas y demasiado largo. Luego de esos 20 iniciales, mantuvo la posesión pero en un sentido cuasi defensivo. Arriesgaba poco -los desdobles por bandas casi no existieron- y era impreciso por demás: Iniesta erró multiplicidad de pases y Busquets, el mejor en las últimas semanas, pocas veces pisó el campo rival con un sentido ofensivo.
La apuesta de Martino y compañía terminó reduciéndose (si es que se puede calificar de reduccionista esto) al plus que le dieran Messi, en primer lugar, y Neymar en el complemento. El rosarino, con un puñado de acciones terminó siendo el más incisivo. En una contra una buena respuesta de Courtois evitó que abriera el marcador.
Para el momento en el cual Messi tuvo sus chances, había pasado lo mejor del Atlético, que nuevamente fue mejor en el comienzo del complemento. El tándem Gabi-Tiago borró a Xavi y luego Koke intentaba con apariciones puntuales ser decisivo. Terminó amagando más de lo que concretó el local y Valdés cuando fue llamado demostró toda su jerarquía.
El descuento vio lo mejor del Barsa, con el equipo totalmente volcado y el Atlético apurado. Fueron unos segundos, pero allí Neymar se soltó, Fábregas intentó y Messi parecía llegar a llevarse el premio. Muy tarde.
En cuatro meses habrá que ver dónde están parados cada uno, por el momento Atlético de Madrid y Barcelona no se sacan ventajas y hoy tampoco arriesgaron en demasía en pos del triunfo. Si hubiera sido boxeo, los colchoneros merecían la victoria por puntos -mínima realmente- pero la chapa no se movió del cero. Tampoco parecieron demasiados disconformes con eso.
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