En el cierre de la 23º fecha de la liga italiana, Inter
buscó su primera victoria del año y tenía una oportunidad inmejorable en su
estadio, ante el penúltimo del torneo, Sassuolo. Fue triunfo para el “Neroazzurro”
por 1 a 0 con un gol de Walter Samuel, de cabeza, al inicio del segundo tiempo.
Una mini revolución en el planteo y en los intérpretes
propuso el entrenador del equipo de local, Walter Mazzarri, que le terminó
dando réditos y cortando la sequía de resultados adversos en este 2014. Cambió
el clásico 3-4-1-1 y esta vez empleó un 3-5-2 (con Milito y Palacio como
delanteros, además de los ingresos de Samuel y el colombiano Guarin desde el
arranque).
Lo contradictorio fue la mala puntería de ambos
atacantes, por lo cual Inter no se terminó llevando los tres puntos de manera más
holgada. Lo sufrió hasta el final, no por el desarrollo del juego, pero si
desde lo apretado del marcador.
El partido significó también el debut oficial de la "nueva estrella" del Neroazzurro, el brasileño Hernanes. El ex Lazio alternó más
buenas que malas, le costó en los primeros minutos pero el transcurso del encuentro se fue
acomodando (jugó de mediocampista central, aunque tirado hacia la izquierda,
situación novedosa para él, ya que no suele jugar en esa posición). Armó una sociedad
interesante con Guarin y le dieron más juego al equipo, con respecto a las
presentaciones pasadas.
Sassuolo optó por una política revolucionaria en el
mercado de reparación de enero. Fue el equipo que más jugadores fichó, además
de contratar un nuevo DT (Alberto Malesani reemplazó a Eusebio De Francesco). Sin
embargo esa revolución por ahora es por demás negativa.
Malesani parece haberle dado un orden táctico que
antes no tenía, pero la no utilización de Simone Zaza (socio ideal de Berardi) le
hizo perder potencia en los metros finales y hoy hubo una clara
muestra de eso.
Llegaron nombres importantes para el ascendido esta
temporada: Paolo Cannavaro, Sergio Floccari, Matteo Brighi, Nicola Sansone,
etc. Aunque lo que se ve en el campo de juego es muy pobre y preocupa. Tarea difícil tiene Malesani en hacer
ensamblar un equipo prácticamente nuevo y sin rodaje, en medio de un torneo que
ya de por sí está cuesta abajo para el “Neroverde”.
Salvo un tiro libre de Domenico Berardi (como
siempre lo mejor del Sassuolo), que hizo revolcar a Handanovic, no provocó más
peligro en el área del dueño de casa.
La imagen de Mazzarri se vino desdibujando en el último
mes. De hecho, pasó una semana por demás complicada, con rumores de
reemplazantes para junio (sonaron Bielsa, De Boer, Prandelli, entre otros). Esta vez
ganó, sin sobrarle demasiado pero sirvió para acomodarse de vuelta en puestos
de Europa League y acallar esas voces que lo perturbaban.
¿Podrá mantener la regularidad de principio de torneo,
a partir de este triunfo? Eso es de difícil respuesta en lo inmediato. El
Inter suele ilusionar por demás a sus hinchas y estos están cansado de esos
amagues que terminan siendo promesas incumplidas. Al menos vuelve a soñar con la Europa League y eso
ya es una buena premisa para no bajar los brazos.
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