Los Reds volvieron a la victoria y mostraron su mejor versión ante un Fulham que no tuvo armas para contrarrestar a los de Rodgers. Un triunfo por 4-0 que los vuelve a dejar cerca del Arsenal.
Tras la dura derrota ante el Arsenal el fin de semana pasado, el Liverpool recibió en Anfield al Fulham, un equipo siempre molesto en esta Premier que cada día está más apasionante. Con Luis Suárez y Daniel Sturrdige adelante, los dirigidos por Brendan Rodgers buscaron volver rápido a la senda de la victoria. Mientras que los de Martin Jol querían dejar de una vez por toda la mediocridad de la mitad de tabla.
Tras la dura derrota ante el Arsenal el fin de semana pasado, el Liverpool recibió en Anfield al Fulham, un equipo siempre molesto en esta Premier que cada día está más apasionante. Con Luis Suárez y Daniel Sturrdige adelante, los dirigidos por Brendan Rodgers buscaron volver rápido a la senda de la victoria. Mientras que los de Martin Jol querían dejar de una vez por toda la mediocridad de la mitad de tabla.
Pero este partido no iba a ser la ocasión para los muchachos de Craven Cottage porque el Liverpool no los iba a dejar pensar desde el primer minuto. Un mediocampo con un volante de marca como Lucas Leiva que mordió siempre y presionó constantemente en casi tres cuartos de cancha, un Jordan Henderson que va demostrando su valía y un Steven Gerrard que terminaría demostrando que su calidad sigue intacta. El Liverpool le ganó el partido ahí: en el medio.
El equipo local siempre buscó por abajo, no sufría en el fondo pero no podía llegar al gol. Intentaba, pero caía siempre en la repetitiva de querer entrar por el medio cuando el Fulham puso dos línes de cuatro, poblando en demasía este sector. Recién en el minuto 23 se pudo abrir el marcador y fue por arriba.
Un tiro libre sobre la derecha que se hizo cargo el Gran Capitán con un centro al corazón del área y donde Fernando Amorebieta, central venezolano del Fulham, hizo lo que no quería. Intentó despejar, le pegó en la mano y la pelota entró para el 1-0. Y sólo tres minutos después, otra vez Gerrard esta vez desde el córner.
Centro para Martin Skrtel y el central eslovaco se anticipó a su marca y clavó un cabezazo inatajable para Martin Stekelemburg. Con el 2-0, el Liverpool empezó a dominar ampliamente el partido. El Fulham se veía desconcertado, totalmente superado en juego y posesión.
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Suárez, intratable. |
Por eso el tercer gol iba a ser una muestra de lo que es capaz un equipo que cada partido que pasa va creciendo un poco más. Pelota en la banda izquierda, Aly Cissokho toca con Gerrard, este de espalda le tira un caño a Dimitar Berbatov, abre para Henderson y el internacional inglés le pone un pase entre lineas precioso a Suárez para que marque el 3-0.
Primero para el uruguayo en este partido que alcanzaba los siete goles en cinco partidos. Una temporada de en sueño para Lucho. Después de este gol, fue todo muy monótono. Todo del Liverpool.
En el segundo tiempo, el desarrollo del partido sería el mismo. Suárez y Sturridge con una movilidad infernal adelante y levantó su actuación Coutinho, que volvió a jugar 90 minutos luego de su lesión en el hombro, que tuvo varias que el arquero holandés, Stekelenburg, le negó para ser gol.
A los 11 del complemente, un error en el medio de Kieran Richardson, aprovechó Gerrard, asistió a Suárez y esto desparramó un poco a Stekelemburg y definió al primer palo para el 4-0 final en Anfield.
Con el partido ya cerrado, los de Brendan Rodgers siguieron buscando pero terminaría así. Una goleada para levantar cabeza tras un muy mal partido en el Emirates la semana pasada y seguirlo de cerca al Arsenal de Arsene Wenger, esperando su tropiezo.
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