En el Madrigal, el Sevilla se llevó la victoria por 2 a 1 en
un partido muy trabajado por los andaluces, que tuvieron que sufrir en los
últimos minutos para conseguir el ansiado triunfo. Con la victoria, los
sevillanos empiezan a construir su propia identidad a base de intensidad y
explotando hasta la última pelota parada.
El partido arranco con un Villarreal arreando hacia el arco
visitante, tratando de romper líneas y buscando superioridad con Costa y Pérez
por izquierda. Por derecha con Aquino y Gaspar, y Gio interviniendo siempre
para crear superioridad o terminando la jugada.
Pero Emery, técnico astuto como pocos, formó un equipo
compacto, con Carriço e Iborra como doble pivote bien retrasado, los cual hacia
que el Submarino Amarillo se atasque en tres cuartos. De esta forma se veía obligado a atacar
por afuera, pero solo por derecha pudo generar algo debido a la poca actitud
defensiva de Reyes.
El Sevilla cada vez que robaba salía galopante al
contraataque si de extremos venía el tema, pero si encontraban a Rakitic los
sevillanos salían jugando y tratando de desbordar con el regate característico
de Reyes y Vitolo o bien con un pase a Bacca para definir, aunque se encontraba
con la misma imprecisión que el equipo local.
Hasta que en el Sevilla encontró su arma preferida: la
pelota parada. Solo le bastó con eso para armar una jugada de pizarrón “Made in
Unai” en la que Cala le llegó un centro perfecto cerca de la raya para estampar
un soberbio cabezazo y poner al Sevilla en ventaja.
Bacca volvió a marca.. |
En el segundo tiempo
ingresó Tomas Pina para poner a Bruno como conductor y pasar a Trigueros por la
derecha pero jugando más por el centro, buscando superioridad en esa zona. Fue el momento en que Rakitic mostró una capacidad defensiva
impresionante tapando a Bruno y evitando que Trigueros reciba para romper el
cerco defensivo andaluz. Mientras el Sevilla seguía a lo suyo, sobretodo
generando terror en cada pelota parada.
Marcelino, desesperado por generar juego fluido, hizo
ingresar al francés Perbet para que pudiese revertir el marcador encarando a la
zaga defensiva del Sevilla. Sin embargo, en ese instante el conjunto castellonense mostró
una mejoría que Rakitic decidió romper la tensión con un pase al espacio a
Bacca y que este definiese y decrete la paz en el equipo andaluz.
Como toda victoria valiosa, no pudo faltar el sufrimiento en
los últimos momentos, donde después de una grosera falta de Cala dentro del
área, Perbet anotara el descuento y así le puso algo de intriga al final. Igualmente este gol no fue aprovechado y finalmente el Sevilla se llevo la ansiada victoria.
Con la victoria, el proyecto Emery se afianza en Andalucía y
una vez más los resultados sacan la base de un equipo que no quiere tirar otro
año a la basura y demostrar que tienen potencial suficiente como para luchar
hasta las últimas fechas tanto en Europa como en La Liga.
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