El Mónaco volvió a ganar. Otra vez no jugó bien y otra vez aparecieron los jugadores por los cuales su dueño puso demasiado dinero para que jueguen ahí. A pesar de los rumores de salida para enero por un tema de impuesto, Falcao y cía se llevaron los tres puntos del Velodrome.
El primer tiempo empezó complicado para ambos lados. Porque a los cuatro minutos salió lesionado Souleymane Diawara en el fondo del equipo marsellés e ingresó Lucas Mendes, mientras que a los ocho Jérémy Toulalan dejó el partido y entro Jessy Pi. Tras estas sustituciones, el Olympique empezó a hacerse dueño del partido.
Mathieu Valbuena, Rod Fanni y Dimitri Payet se hicieron una fiesta con la espalda del lateral izquierdo, Layvin Kurzawa. Le costó mucho al "3" monegasco hacer pie en el juego y esto lo supo aprovechar el Marsella. Varias veces incomodó a Danijel Subasic. Pero la primera neta de gol, la tuvo el Mónaco en los pies de Ferreira Carrasco.
Un escalada de Fabinho por la derecha, que con un botin menos metió el centro atrás para que el mediapunta belga desde el punto penal, se pase y no pueda darle de lleno para poner en ventaja a los dirigidos por Ranieri.
El Marsella tras este sacudón se despertó. Anuló a Joao Moutinho, que casi no apareció en todo el primer tiempo, y empezó a llegar cada vez con más intensidad al arco rival. Primero en los pies de André-Pierre Gignac, que con un disparo desde la medialuna del arco besó el poste. Otra de Jordan Ayew que controló con la derecha y definió con la izquierda que se fue desviada.
Así el Marsella mostraba todo su material de ataque para lo que se viene en Champions League donde estará en el grupo más dificil junto al Borussia Dortmund, el Arsenal y el Napoli. Y de tanto ir, el Olympique consiguió lo que buscaba.
Corner que ejecutó Valbuena, Eric Abidal que pierde la marca de Lucas Mendes y que el defensor brasilero cabeceó y marcó el 1-0. De esta forma, todo lo que se planteaba en el inicio sobre que el Mónaco era un rejunte de nombres lo dejaba más marcado. El Mónaco no encontró juego, no pudo molestar más allá de esa jugada de Carrasco.
El primer tiempo terminó de esta manera. El Marsella contento, y Ranieri con más dudas que certezas. En el complemento, el Mónaco reaccionó rápido. A los dos minutos de juego, Falcao puso el empate tras un centro que los defensores dejaron pasar por el área y el Tigre aprovechó para empatar.
Tras el empate, el partido entró en una meseta. Sin muchas jugadas de gol. Habría que esperar hasta la mitad del segundo tiempo, cuando el argentino Lucas Ocampos le rompió las manos a Steve Mandanda que envió al corner un tiro fortísimo del ex-River.
Y sólo cuatro minutos despues de esta jugada, el Mónaco se pondría un ventaja. Joao Moutinho que estuvo más liberado, metió un pase en profundidad para Emmanuel Riviere (ingresó por Falcao que salió con un golpe en su tobillo derecho), este que hizo un autopase para sacarse de encima a Lucas Mendes y definió cruzado ante la salida de Mandanda.
Ahora sí, el gol sentenció el partido. El Marsella sintió el golpe y no pudo reaccionar a tiempo. El Mónaco agarró la punta de la Ligue 1 en base a dinero y nombres, no tanto a juego porque en este caso, el primer tiempo si hubiese terminado 2 o 3 a 0, no tendrian queja alguna. Pero esto es fútbol. El Olympique tiene con que para pelear el grupo de la muerte en Champions, pero debe mejorar el toque final. Con eso alcanzaría para no terminar mal la experiencia por Europa.
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