Ads 468x60px

.

El pase de la conducción

Por la octava fecha del Calcio, la Roma volvió a ganar. Un triunfo clave 2-0 ante el Napoli para seguir de racha. Se lesionó Totti, aunque Pjanic asumió con creces la conducción.



La Roma sigue intratable. Con Rudi García en el banco dio un giro completo a su juego. Tras una mala temporada, sus formas cambiaron hacia un fútbol moderno, un proceso vistoso, contundente y eficiente. Ocho victorias en igual cantidad de partidos dan la pauta de un comienzo de temporada inmejorable para el equipocapitalino, que no participa por competencias europeas en esta 2013/14.

Quizá en el desafío más importante desde que comenzó la nueva edición del Calcio, la Loba se enfrentaba al Napoli como local y la racha continuó. Dos invictos, dos equipos emergentes en la Serie A, ambos en la parte alta de la liga italiana, primero y segundo respectivamente. Con Totti como falso 9 atacando desde atrás en esta nueva función que desarrolla el capitán, el local comenzó mejor el encuentro.

Desde atrás, Gervinho por un costado y Florenzi por el otro recibían el apoyo para el desdoble de Maicon y Dodó, más la creación del 10 y Pjanic. El conjunto napolitano esperaba en su campo e intentaba salir rápido con balones largos a las espaldas de los laterales, para Insigne y Callejón. Por el centro del ataque visitante, un Pandev muy lento para girar y errando una clara ocasión en la primera mitad, cuando quedó sólo frente a De Sanctis y definió al cuerpo.

Con el paso del tiempo, el Napoli emparejó las acciones y el trámite se hizo parejo en el centro del campo. Promediando la primera etapa, un golpe sacó a Totti del partido y allí se produjo un quiebre. Rudi entendió que se le hacía complicado a su equipo poder establecer ese juego de posesión y posición, y apostó por una referencia de área: Marco Borriello. Desde allí, la Roma intentó algo diferente para doblegar a su escolta.

El ex delantero del Genoa fue importante para aguantar de espaldas, pivotear ante pelotas de los defensores que lo buscaban, para encontrar de frente a sus compañeros de ataque. Igualmente, el dueño de casa sufrió con otro pase filtrado y fue Insigne el que quedó de frente al arco, pero el arquero le tapó el posible tiro cruzado y su remate al primer palo dio en el poste. 

Pjanic y su hermosa pegada
En un desarrollo sin superioridad de ninguno de los dos pero entretenido, llegó la ventaja con un estupendo tiro libre de Pjanic, el bosnio, que se hizo cargo de la conducción de su equipo, partiendo desde más atrás, para que no se note la ausencia del lesionado Francesco. En el final de los primeros 45 minutos, una genial pelota parada al ángulo abrió el marcador.

Para la segunda mitad, el elenco del sur italiano salió buscar el empate y por momentos tuvo a su rival en su propia área, pero allí fue donde la Roma demostró una vez más porqué es la defensa más sólida del certamen (tan sólo le convirtieron un gol, siendo la defensa menos goleada de Europa). Sin la proyección que antes tuvieron los laterales, y con la férrea marca de Leandro Castán y Benatia, el equipo consolidó la victoria y devoró a un ataque que solo podía entrar con remates a distancia de Inler o con alguna gambeta de Insigne.

Hamsik no podía hacerse eje y De Rossi se metía entre los centrales para colaborar. Aunque llegaría el segundo punto importante del partido. Cannavaro había ingresado por el lesionado Albiol, pero tuvo un muy pobre rendimiento, con dos amarillas que le valieron la roja y un remate muy desviado. La segunda de las amonestaciones derivó de un claro penal a Borriello, que Pjanic transformó en el segundo tanto con una ejecución perfecta, arriba a un costado.

Hasta esa expulsión, hubo competencia del Napoli. Después, ya no más. Higuaín ingresó pero no pudo cambiar el rumbo ni dispuso de una chance clara para marcar. En los últimos quince minutos se vio la gran superioridad y la esencia de la Roma. El eléctrico Gervinho (el marfileño parece volver a su mejor época en Francia, cuando arranca en velocidad parece imparable) también sufrió una lesión muscular y debió salir. 

Más allá de las ausencias, el conjunto de García empezó a tocar, ese juego posicional que lo caracteriza desde el inicio de la temporada, y el Napoli vio pasar la pelota mientras corrían los minutos. Por momentos hubo partido, bajo la mirada de Diego Maradona desde un palco, aunque el resultado termina siendo justo. Para ampliar esta enorme racha, quedarse con el Derbi del Sol y ampliar este gran momento romano.

0 Comentarios..:

Publicar un comentario