Rubén Rada: “Obdulio era un tipo divino”

El músico uruguayo se presenta en Buenos Aires y hablamos un poquito de fútbol, en especial de la Celeste. Su recuerdo del Negro Jefe, al que conoció personalmente, su opinión del affaire Evra-Suárez y lo que siente cuando una hinchada hace sus canciones con alguno de sus temas. 

El Negro Rubén Rada habla de su hijo Matías y de las bondades del estudio musical académico. Y entremedio de frases sobre canciones, instrumentos y ritmos, el fútbol se mete por la ventana, una vez más. "A lo mejor voy a decir un disparate, pero el jugador de fútbol para la pelota todos los días en la práctica, matarla de 80 metros, si lo hacés todos los días te va a ayudar", a través de la comparación la pasión por el juego también se mete y lo hará a lo largo de la charla. 

La excusa del encuentro era el show que este viernes y sábado el músico oriental dará en el ND Ateneo, presentando su último disco: Amoroso Pop. Pero no hablaremos acá de sus canciones, sino que iremos a esos pequeños retazos futboleros que fueron apareciendo en la hora de charla con uno de los músicos más importantes de América Latina. 

Rada fue una de las caras de una campaña en Uruguay que le pedía a la RAE quitar la expresión "trabajar como un negro" de la lengua oficial castellana, al entenderla como racista. Por supuesto, el affaire Suárez-Evra no podía ser dejado de lado. Es que queríamos saber cómo lo veía él en su condición de negro y de uruguayo y teniendo en cuenta que un poco antes había reconocido que en el país oriental hay racistas como "en cualquier lugar del mundo".   

- ¿Con lo de Evra y Suárez hubo un rebrote de nacioalismoy racismo el año pasado?

- Lo que pasa es que los negros en Inglaterra pelearon muchísimo; hace 30 años atrás se enojaron violentamente. Tienen un club de abogados que define muchísimo eso. Pero nosotros estamos totalmente enojados con Evra, porque en la cancha cualquiera se dice de todo, “negro de mierda”, “cornudo”, cualquier cosa. Y Suárez es un tipo que se crió en la calle y que se habrá agarrado con cuatro millones de negros y besado y amado, etc. Se ve que el otro le dijo sudaca, y este le dijo no hablo con negros. Pero también tiene razón en enojarse Evra, porque no tiene porqué ofenderlo como negro. ¿Pero la exageración de suspenderlo tantos partidos? Hay un tipo que te patea la cabeza y lo suspenden por dos partidos. Y nosotros en Uruguay (se autointerrumpe) no porque Suárez sea uruguayo, yo lo conozco a él, sé de dónde viene, se crió en barrios de negros y ….

- ¿Cómo es él fuera de la cancha?

- Es un tipo totalmente tímido, muy tranquilo. Es un demonio en la cancha, no le tiene miedo a nada, la vida de él fue dura, como la de Maradona. A mí no me vas asustar hablándome; 'pegame, pero si te reviento, reventame vos a mí'.

- ¿Idolatrás a alguien, al margen de la música?

- En Uruguay no hay ídolos; no tiene tantos ídolos, no es un país que tenga cracks. Acá se fabrican cracks: Sívori, o Rojitas, o necesita tener a Messi, o el que sea. Necesita tener un crack que sea el mejor del mundo. En Brasil igual. En Uruguay no existe eso. A Forlán le dieron el premio del mejor en el Mundial, pero se terminó y es uno más de la selección. No existen los cracks en Uruguay, el uruguayo quiere que si sos médico, que el médico vaya al boliche de la esquina a tomar algo contigo. “A mí me gusta Rada, ¿porqué? Porque Rada nunca se salió”. El uruguayo empareja pa’ abajo. Quiere que vos estés ahí con él, tomando una copa.

- Es una linda concepción, incluso para el que está en el lugar del idolatrado.

- Mirá lo que es Mujica. Un tipo que le importa un corno que lo traten de usted, que dijo “no voy a ir a Europa a pasear, ya estuve en Europa 13 años debajo de la tierra”. No cobra sueldo, tiene su quintita. Ahora no sé si tanto pero cuando existía El Boliche de la esquina, donde jugabas a las bochas, al billar, estaban los ministros, los médicos, nos encontrábamos todos. Ibas y te lo encontrabas por ejemplo a Obdulio Varela y le decís “qué patadón que le diste a aquel”.

- ¿Lo conociste a Obdulio? ¿Cómo era?

- Es lo más grande. Una cosa, una seriedad, una vivencia, un caudillo. Por ejemplo, lo que hizo en el Mundial del 50, para ver lo que son los caudillos. Iban a entrar a la cancha, y nuestro mejor jugador era Schiaffino, y en el vestuario antes de entrar le dijo “mire Pepe, usted no va a entrar ahora en este partido, este es un partido bravo, de mucha hacha y tiza y usted es un jugador más clásico, más fino. Va a entrar Morán”. Y Schiaffino se puso a llorar. Y le dijo, “No, yo voy a meter, puedo jugar”, bueno “está bien entonces”. Pero era él que manejaba todo. Y cuando hace el gol Brasil, agarra la pelota abajo del sobre y hace un escandalete que se calmó todo el estadio. Viste cuando te hacen un gol en una cancha extraña, que tenés tres o cuatro minutos que les agarra la locura. Bueno, tranquilizó a la gente. Él era un tipo muy piola, de dar muchos consejos, muy buena gente, pero un señor. Caudillo que puede ser en la cancha, a las bochas, o en el boliche de la esquina. Un tipo divino. Maravilloso personaje, muy querido, el Negro Jefe. Los de afuera son de palo. Para los brasileros fue terrible; bueno viste que el último partido de Brasil y Uruguay, podríamos haber ganado tranquilamente (en la Copa Confederaciones). Scolari dijo, “ganamos el partido más importante”.

- ¿Qué sentis cuando un tema tuyo lo canta una hinchada, hay algo más pop que eso?

- Una emoción tremenda. Me muero. Un día estaba viendo la televisión y vi que lo cantaba la hinchada de Vélez (habla de "Muriendo de plena"), después la de Racing y ahora lo cantan todas. Yo una vez le dije a Banana Pueyrredón, que había tenido una canción muy pegadiza hace muchos años que era “Negra, no te vayas”, las hinchadas cantaban “dale, no te vayas de mi vida”, no vendió ni un disco, pero esa canción la agarró la hinchada. Y una mía que agarraron es “Se come la mandanga”. Me encantaría ser un Auténtico Decadente, suenan todas en la cancha. Qué cosa.
 

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