El ramadán y el deporte

Hoy finaliza el mes de ayuno durante el día para aquellos que profesan la religión musulmana. Por supuesto, esto también afecta a algunos deportistas de elite. En este informe te contamos cómo atraviesan este período los futbolistas islámicos.

 

  
Antes de comenzar a hablar de los deportistas que practican el ramadán en plena temporada o pretemporada quiero explicar lo que es el ramadán y porqué se hace.

El ramadán en la religión musulmana es el mes más sagrado, el mes donde descendió el Corán (libro sagrado). Ramadán es el noveno mes del año musulmán que al contrario del cristianismo no es solar, sino lunar y los meses son de 29 o 30 días dependiendo de cuando aparece la luna. En este mes se debe ayunar durante los 29-30 días.

Se ayuna desde el alba hasta que cae el sol. Este ayuno se hace para equiparar a todas las clases y sentir lo que sienten los pobres, es decir ver las cosas y no poder tomarlas ni comerlas. Y así poder sentir lo que sienten cuando no tienen nada de comer o beber y ven algo en una tienda o en un sitio y no pueden en su caso comprarla. Solo son exentos del ayuno los enfermos y los viajeros que tengan viajes de larga duración. 

Una vez explicado el procedimiento del ramadán, el deporte siempre ha tenido deportistas que lo han practicado en plena temporada o la misma pretemporada.

Este año ha coincido con el inicio de las pretemporadas (8 de julio-7 de agosto) por lo cual no se ha hablado mucho ya que a muchos jugadores no les afecta en partidos ya oficiales. Casi todos los equipos mandan en este caso a sus médicos que les hagan un plan específico para así poder mantenerse en los entrenamientos sin notar cansancio ni mareos.   

Se les da un plan especial de comida por la noche, beben cinco litros de agua y se cuidan en exceso para no descuidar su forma física. Es más, lo normal es que pierdan algo de peso, pero los médicos están muy atentos a ello.

Hay jugadores que en años pasados como Benzema, Ozil o Lass Diarra que ayunaban siempre salvo los días de partido que comían normal y ya luego devolvían el día una vez pasado el ramadán. Y también hubo otros que decidieron ayunar todo el mes como era el caso de Kanoute cuando jugaba en el Sevilla, este tenía un plan especial que consistía en levantarse de la cama a intervalos horarios durante la noche para ingerir alimentos, muchos de ellos licuados, como las papillas que toman los sevillistas durante los descansos.

Kanouté ofició de Imam (líder religioso) en su selección

El ramadán según los estudios no solo afecta a los deportistas en el rendimiento físico sino también en el sueño ya que el ayuno cambia la fase cronológica de los jugadores y para ello es importante saber cómo reorganizar el sueño. Luego también es importante sobrellevar psicológicamente los cambios de hidratación y dieta que se producen durante este mes como ya se indicó con anterioridad.

El otro problema que tienen los jugadores son los propios entrenadores cuando se juegan en ligasno musulmanas, ya que este quiere sacar el máximo rendimiento a sus jugadores y no entienden muchas veces que haya jugadores que quieran ayunar los días de partido.

Sea como fuere, el ramadán y el deporte siempre han convivido juntos y siempre se ha encontrado un punto medio.

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