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Cachetazo inesperado..

El City tenía todo controlado o al menos eso parecía, pero en el segundo tiempo todo se fue al demonio y el Aston Villa le metió la mano en el bolsillo con muy poco se quedó con tres puntos a los cuales, daba la impresión, había renunciado en el inicio del partido..


El fútbol es hermoso porque es impredecible y si alguien no disfruta de esto sinceramente debería cambiar de deporte a la hora de elegir. Hoy en la Premier, el Manchester City sufrió una lección de esto porque su control era prácticamente total, tenía al Aston Villa contra las cuerdas y debía darle el golpe final para decretar el KO, pero no lo hizo y el partido se le dio vuelta casi sin que se den cuenta.

Los jugadores de los Ciudadanos no tenían respuesta en los últimos minutos y todo era por culpa del resultado. Fueron una serie de hechos los que dejaron atónitos a los de Manuel Pellegrini. La primera etapa había sido totalmente de ellos. Muchas llegadas, con las bandas como culminación de las jugadas. Aleksander Koralov y Pablo Zabaleta se cansaron de pasar al ataque y lo hacían de buena forma porque en sus espaldas tanto Fernandinho como Yaya Touré los cubrieron constantemente. El brasileño estaba en todas las pelotas divididas y siempre la entregaba a un compañero. Lo del marfileño es lo mismo de siempre: pura distribución y manejo de los tiempos. Un crack.

Hart queda pagando y Weimann factura..
Pero en la segunda parte todo cambió. La defensa dudó y Joe Hart no pudo hacer nada frente a los embates rivales. El 1-1 era un inmerecido resultado para los Celestes que debían ir arriba. La ventaja transitoria de Edin Dzeko parecía poner las cosas en orden, pero de la nada apareció Leonardo Bacuna con un tiro libre hermoso. Hart quedó estático y vio colarse la bola dentro de su portería. Golazo tremendo del holandés y el castillo ciudadano se derrumbó. El City quiso avanzar y conquistar la victoria, pero sus centrales fallaron y Andreas Weimann facturó de un balón larguísimo de su arquero Brad Guzan. 

Los de Paul Lambert habían atacado dos veces y facturaron tres goles. Negocio redondo para un conjunto que estaba muerto o al menos eso demostraba en los primeros 45 minutos, donde no hizo nada para quedarse con tres puntos. El resultado era una sorpresa e injusto, sin embargo el City en la búsqueda de su identidad pecó y no cerró el encuentro. El entrenador chileno quiere imprimirle su sello a sus dirigidos, algo que en esta fecha mostró por momentos y de muy buena forma. El dilema es que en esta cacería chocará varias veces contra la pared para madurar. Habrá que ver si aprende la lección..

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