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El ganador deja dudas, el perdedor sigue creciendo

El Barcelona se consagró campeón de la Supercopa de España ante el Atlético de Madrid tras empatar 0 a 0 en el partido de vuelta disputado en el Camp Nou, beneficiándose del 1 a 1 en la ida y por tanto del gol anotado en el Vicente Calderón a cargo de Neymar.


Víctor Valdés
es el nombre propio del partido disputado en tierras catalanas, un arquero que siempre se vio criticado pese a sus grandes intervenciones como en la final de Paris ante Henry y compañía. Su tarea es quizá más complicada que la de otros porteros ya que tiene que mantener la concentración los 90 minutos del choque pese a las escasas llegadas del rival. 

Hoy fue clave por sus reflejos y agilidad en dos disparos que tenían como destino indudable, la red. Los momentos de dichas jugadas pudieron decantar el partido a favor de los Colchoneros. En el minuto 40, una mano inverosímil salvó a los suyos tras una gran jugada colectiva que finalizó Arda (recorte previo a Piqué). Cuando faltaban cinco minutos para llegar a la hora del cotejo, un disparo de Villa desde fuera del área silenció el estadio, pero allí estaba el canterano para resolver de forma majestuosa otra vez como en Málaga.


Diego Pablo Simeone planteó el partido basándose en la solidaridad de sus pupilos, nunca faltó una ayuda incluso cuando el cansancio hacía mella. Juntó a Koke y a Arda Turan para auxiliar a Filipe Luis en defensa por las constantes subidas de Dani Alves, la presencia de Alexis o cuando Messi se dejaba caer a la banda derecha barcelonista. Buscando así la igualdad de fuerzas, realizó el mismo proceso en la banda de Juanfran quien se vio protegido por Diego Costa ante la dupla Jordi Alba-Neymar.

Consiguió dominar en algunos segmentos como en los primeros 20 minutos del segundo tiempo, gracias a la presión adelantada, donde no consiguió rematar la faena. Si se puede acusar de algo a sus jugadores es por la falta de precisión en los metros finales para acabar las jugadas, con todo lo que conlleva robar el esférico al equipo de Martino. Distinguimos también el gran esfuerzo físico, mental y las sensacionales transiciones defensa-ataque.

Descomunal desgaste de Arda Turan
Messi desanimado, Neymar errático y Fernández Borbalan superado


Liones Andrés no está pasando por su mejor momento futbolístico, las lesiones no le respetan, problemas ajenos a su profesión y la influencia de la cercanía del Mundial. Alejado de su zona de mayor peligro, sus gambetas pasan desapercibidas cerca de la mitad de la cancha. El penal queda como una anécdota casi sin importancia pero su nivel preocupa, sobre todo cuando tiene que desequilibrar ante defensas cerradas. La calidad sigue intacta pero la intensidad o la chispa del fuego sagrado que lo hace diferente no se termina de encender.


El flamante refuerzo brasileño gozó de su primera oportunidad desde el arranque, y si bien pudimos visualizar su sacrificio y entrega para la presión y recuperación, su adaptación sigue en suspenso. Su mejor faceta es el uno contra uno pero sin embargo a día de hoy, pocas veces ha elegido correctamente el preciso momento del desborde, resbalones, balones perdidos por el fondo o choques con sus marcadores se repiten desde su llegada al actual campeón de Liga.

Un arbitraje muy complicado ha tenido hoy el colegiado, sin ayudas de los protagonistas -protestas continuas- ni tampoco de los jueces de línea. El enfrentamiento ha deparado algunas jugadas polémicas como el fuera de juego de Diego Costa en la primera mitad (derribado por Alba cuando la jugada carecía de validez), la expulsión de Filipe Luis marcada por el ayudante que se encontraba en la banda opuesta, tras un forcejeo entre el ex Deportivo y Alves. Y por último las repetitivas faltas técnicas sin castigo de tarjeta, enseñadas en su mayoría por quejas y demandas de los deportistas.

Mascherano es un jugador por el que pocos hinchas van al campo a disfrutar de su juego, equivocados o no, quieren parecerse o sueñan con llegar algún día a la élite y ser los nuevos Messi, Neymar, Iniesta o Xavi. Dicho esto, lo realizado por el jefecito ha sido de notable alto. Apaciguando y moderando a sus compañeros-estrella cuando Diego Costa o Villa se desmarcaban a su espalda. No solo ejecutó su trabajo a la perfección sino que también cubrió la línea de cuatro de forma ejemplar. Alba, Alves y Piqué no denotaban preocupación cuando eran superados, gracias a ello durante el tiempo reglamentario nadie ha recordado la ausencia de Puyol.

El elenco entrenado por Gerardo Martino tendrá que buscar otras opciones en partidos en los que el rival proponga el sacrificio y el posicionamiento. Simeone ha hecho de su club, un equipo serio, maduro, luchador, que sabe sufrir y su esquema ya es reconocido en toda Europa, donde sin dudas ocasionará más de un disgusto en Champions League a rivales de entidad.

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