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Sin Lionel es otra cosa

Argentina y Colombia igualaron sin goles en un partido que desde la previa prometió mucho más, pero que se apagó con el correr de los minutos. Los dos conjuntos se quedaron con diez en el primer tiempo y lo sintieron en el transcurso del encuentro. Lionel Messi entró en la parte final y tampoco pudo quebrar la solidez de Ospina en el arco cafetero.


Argentina es una cosa con Messi, y otra sin él. El equipo de Alejandro Sabella demostró ser Messidependiente, y es entendible, porque entró y le dio el control del balón. La Selección tuvo las mejores chances durante el juego pero no llevó adelante la forma de jugar característica, aunque por momentos lo intentó. Una para destacar: fue el mejor partido de la defensa en la era Sabellista, pese a que tuvo algunos baches.

Por el lado de Colombia, todo el mundo futbolero tenía los ojos puestos en Radamel Falcao. Pero, el flamante refuerzo del Mónaco francés, no estuvo a la altura de la partida y además, en las pocas que tuvo, se vió bloqueado por un firme Federico Fernández. Asimismo, James Rodríguez se fue con una lesión en la primera parte y los de José Pékerman se vieron a la deriva sin su conductor.

Cambió el partido. Se fue el goleador y Argentina se enojó pero no pudo.

El primer tiempo se puede dividir en dos partes. Antes de las expulsiones el partido fue parejo. Argentina llegó con las más claras. Gonzalo Higuaín, antes de irse para las duchas del Monumental, tuvo el gol servido a sus pies pero Ospina la encontró y en el rebote, Marcos Rojo, la puso contra el travesaño. Antes había llegado Walter Montillo pero la pelota le quedó atrás luego de un centro de Pablo Zabaleta. Después Argentina se enojó y fue un poco más.

Sin Messi en cancha, el que se calzó el papel del diez argentino fue Ángel Di María. El hombre del Real Madrid fue el encargado de meterse el equipo al hombro y coló pases magistrales entre la floja defensa colombiana que no terminaron en gol por muy poco.

Di María fue Messi por un rato

Luego de las rojas a Higuaín y Cristian Zapata –se trenzaron entre ellos y el árbitro los mandó al vestuario- el encuentro se empezó a descontrolar. Dejó de ser el de juego ordenado y pasó a ser muy cortado y mal jugado, aunque Argentina siguió siendo el mejor. Colombia tuvo el gol pero el offside le fue favorable a los dirigidos por Sabella. Respiró el Monumental.

Para el segundo tiempo todo siguió igual. Pero la entrada de Messi fue lo mejor de la noche y la gente se ilusionó. En la primera que tocó la Pulga, Argentina encontró espacios y casi moja. Ahí la Celeste y Blanca demostró que con el diez es otra cosa. Y eso es lógico, pero también trae consigo un cierto sentimiento de duda: ¿Por qué no poder jugar igual con Messi y sin Messi? ¿Cómo encontrar la regularidad, si la Pulga no juega?

Entró, le dio posesión, pero no lo pudo ganar.

La Selección pudo haberlo ganado con dos goles que le fueron anulados por fuera de juego. En ambas jugadas participó Sergio Agüero que se tuvo que retirar con una molestia. El segundo gol anulado fue el más cuestionado porque Messi dice no tocar la pelota aunque, con su amague, participa directamente de la jugada.

El encuentro llegó a su fin, Argentina mereció quedarse con los tres puntos pero Colombia terminó festejando el empate que no lo acerca pero tampoco lo aleja de la selección de Sabella, que sigue firme en el primer puesto de las eliminatorias.

La Selección es Messi-dependiente y el argentino lo entiende así,


Argentina, el martes, tendrá un duro choque en Ecuador ante la Selección local y no contará con Zabaleta, que llegó a la quinta amarilla, y tampoco con Higuaín, quien fue expulsado –dicho sea de paso fue la primer roja para la albiceleste en las eliminatorias. Los de Pékerman, por su parte, serán local ante Perú


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