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Luces y sombras

Boca y Newell´s igualaron en La Bombonera sin goles. Los dos equipos mostraron virtudes y defectos y se jugarán la clasificación la próxima semana en el Marcelo Bielsa. En el final se fue expulsado por doble amarilla Guillermo Burdisso. Mucha tensión en el primer encuentro.






Por lo general, cuando hay un duelo de estilos tan claro, aquel que logre imponer sus reglas es el que domina y queda más cerca del triunfo. Boca en un buen trayecto del primer tiempo jugó a lo que quiso y por eso mereció irse arriba al descanso.

No era algo descomunal lo de los locales, pero tenía un plan que parecía ser efectivo. Una presión muy alta -tarea incansable de Blandi y Martínez para obturar el primer pase de Newell´s- evitar el juego de los interiores rosarinos y en ataque a partir de pelotazos cruzados buscar el desnivel. 

Parece raro, pero para el desarrollo xeneize en este último tiempo parece por momentos más importantes lo que realiza Erviti que lo que hace Riquelme. Sí, Román tiene destellos brillantes como ante Corinthians, pero aún paga el precio de la inactividad, está lejos de su mejor versión. El ex Banfield atraviesa un gran momento y es el desequilibrante, el factor diferencial.

Si ocurre eso, también tiene que ver con que el otro que podría marcar una diferencia, el Burrito Martínez, parece otro jugador, no aquel que volaba en Vélez. Aún está a años luz de aquella versión y así Boca depende más de la voluntad de Blandi que de alguna maniobra más elaborada. 

Del otro lado estaba el mejor equipo de la Argentina. Pero Newell´s jugó muy incómodo en ese primer tiempo; extrañó -como viene ocurriendo- a Villalba. El volante central era clave no solo por sus tareas defensivas, sino por su compromiso con la salida limpia. El esforzado Mateo aporta batalla, pero no tiene la misma claridad que el lesionado mediocampista.


Guzmán convive con el error y la genialidad

Destellos de Cruzado, algún arranque de Scocco y poco más en esa primera etapa para un Newell´s que casi paga los errores de Guzmán con la pelota en los pies y en los centros. Arquero extraño, en el complemento fue brillante su actuación. 

Más allá de esto, Boca debió haberse ido en ventaja. Polémica al margen por un posible penal de Maxi Rodríguez, los de Bianchi fueron superiores pero no lo plasmaron en su momento; en el complemento sería diferente. 

La presión ya no fue tan intensa y así Newell´s tuvo más espacio para jugar. Maxi Rodríguez se centralizó más y Scocco recibió más veces sobre la banda. Una volea de Nacho -brillantemente desviada por Orión- y un cabezazo de Heinze podrían haber sido la victoria leprosa. No sucedió.

En los últimos 15 el que falló fue Riquelme. Román desperdició opciones de contra en las que no suele equivocarse y así el juego se extinguió en una tensa calma, a sabiendas que el juego de la próxima semana será una final.

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