Sir Alexander Champan Ferguson, alias “Alex”, dejará de ser el manager del Manchester United al final de esta temporada frente al West Bromwich y en ese momento, cumplirá su partido 1500. Luego ocupará el puesto de director y embajador del club. Este escocés, magnificencia de los “Diablos Rojos”, sacó jugadores de la cantera del club que, con el correr del tiempo, fueron figuras indiscutibles en toda Europa.
En su haber, cuenta con 34 títulos nacionales (entre ligas y copas) y seis internacionales, como emblemas de su huella en la institución inglesa. Durante
estos 26 años, ganó la estatuilla de entrenador del año más ocasiones que cualquier
otro en la historia de la Football Asociation. También, en 1999 se convirtió en
el único entrenador, hasta el momento, en obtener la Premier League, la FA Cup
y la Champions League.
Carismático, pensante y a veces hasta frío, por así decirlo,
demostró una única manera de meditar, quieto, en el banco, como ganar un
partido en menos de noventa minutos de juego. Audaz, vertiginoso, atrevido, con
coraje y valor, supo ganar una final de Champions en los últimos dos minutos dejuego frente al Bayern Munich, en aquella recordada final en el Camp Nou. Distinguido
por su sensatez y pasión por la redonda, supo asimilar y responder ante las
adversidades, tanto en finales perdidas como en campeonatos huidos en las
fechas finales.
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| Fergie, siempre con una sonrisa. |
El estadio Old Trafford se convirtió, con el pasar del
tiempo, en su segundo hogar. Más que segundo, su propio hogar. Él lo convirtió
en eso. Se ganó al pueblo rojo; se lo metió en el bolsillo.
Dirigió a estrellas como Eric Cantona, Peter Schmeichel,
David Beckham, Sol Campbell, Roy Keane, Gary Neville, Cristiano Ronaldo y Wayne
Rooney, por nombrar algunos. El resto, selló su huella en la infernal ciudad de
Manchester; títulos tras títulos, decisiones tras decisiones, hazañas tras
hazañas. “Si me corto las venas, sangro de color rojo”, afirmó un vendedor de
bufandas fanático del equipo, previo al duelo con el clásico rival. Y Sir Alex
lo asimiló desde que se sentó por primera vez en el glorioso banco local. La
pasión se hizo parte de su espíritu futbolístico y así condujo al club año a
año.
En 2001 festejó el centenario de la institución en el banco,
y para el año siguiente le regaló un nuevo título de Premier. Pero más allá de eso, su grandeza espiritual
y su amor por el fútbol, amainó la sed de conquistas de los simpatizantes del
club. Sus equipos no formaron parte de los “mejores de la historia”, ni
tampoco alguno fue el “fútbol total” del Barcelona de hoy, ni el “fútbol
circular” de la Naranja Mecánica del mundial del 74. Aún así, 40 distinciones
con una misma camiseta en 26 años, es una cifra inigualable, para muchos. Solo
los Real Madrid, los Milan pudieron superar esa marca en cuanto a equipo, no
así a entrenadores. Palabras no existen para adorar a tal fenómeno, que durante
tanto tiempo se manifestó en un “corralito” de doce de ancho y uno y medio de
largo.
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| Ferguson festejado con el United, un clásico. |
Sir Alex es una institución propiamente dicha dentro del
país de los “inventores" de este deporte. El más lindo, el más fervoroso,
pasional y hasta excepcional de todos los deportes y de todos los tiempos. Este
hombre cruzó la delgada línea de amor/odio entre un hincha y el conductor del
equipo. Un entrenador por demás capaz.
Muchas gracias Sir Alex. Atentamente: Los amantes del
deporte más lindo del mundo.
Amén!!!
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