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Siempre se dijo que París es cara


La visita al PSG le resultó demasiado costosa al Barcelona. Si bien el 2-2 no es malo de cara a la revancha en el Camp Nou, las lesiones de Messi y Mascherano preocupan en el tramo decisivo de la temporada. Partido cambiante en el Parque de los Príncipes.




Con el alta de Tito Vilanova que regresó al banco de suplentes del Barcelona, los culés  viajaban a París a medirse ante el PSG. Sin lugar a dudas, la vuelta dejará como saldo de la excursión a la ciudad luz la preocupación por las lesiones de Messi, pero sobretodo (por extraño que parezca) de Javier Mascherano. Claro, la buena fue el 2-2 que, si bien debió ser más amplio, no deja de ser un resultado positivo.

La opción elegida por el cuerpo técnico blaugrana fue similar al encuentro de vuelta ante el Milan, la opción más "2011". Con un Daniel Alves que jugó un encuentro pletórico y fue el encargado de toda la banda derecha, la zaga la cerraban Piqué, Mascherano y un Jordi Alba que por momentos armaba una línea de 3 pero por otros se reconvertía a lateral izquierdo. El medio no tenía mayores alternativas con Busquets, Xavi e Iniesta y en la delantera Alexis Sánchez ocupaba la plaza del suspendido y lesionado Pedro, más Villa como "9" puro y Messi que arrancó por derecha pero luego se cerró como mediapunta.

Tuvo que ir modifcándose el Barcelona. Es que Messi no pesaba tanto sobre la derecha, y su corrimiento le generó un espacio más largo aún a Alves que jugó como si hubiera estado en una playa de Bahía y no en un cuartos de final de Champions. El brasileño en este 2013 definitivamente volvió a ser uno de los mejores del mundo en su posición luego de un bajón tan pronunciado como preocupante.

Pero el PSG encontraba fisuras en rápidas contras. Así, Piqué quedaba pagando cuando salía a los costados y sólo grandes tapadas de Valdés evitaron una desventaja inicial. Del otro lado de la cancha, el conjunto catalán era espeso. Tenía la posesión, pero le faltaba encontrar el espacio del último pase. Villa perdía con los centrales rivales  y Alexis aún estaba atado. Solo Alves aprovechaba tener enfrente a Pastore primero y a Maxwell después. Messi era absorbido también por un PSG que constreñía líneas y luego descansaba en la presencia de Thiago Silva.


Tito volvió al banco blaugrana

Iniesta estuvo cerca de colgarla del ángulo promediando los 20 del primer tiempo, pero fue cuando apareció Messi o en verdad Alves, que el Barcelona se puso adelante. A la salida de un córner, el brasileño puso un pase delicioso con la cara externa y el rosarino definió sin pararla. Golazo y victoria parcial catalana. Un par de minutos después casi amplia el equipo de Vilanova que desde ese momento comenzó a mandar en el campo. Messi casi marca el segundo. 

La lesión en el bíceps femoral (se estiman, en un principio, 3 semanas de inactividad para el rosarino) de Messi le dio lugar a Cesc y el Barcelona se pareció más que nunca a la Selección Española. Fabregas fue de falso nueve, Villa al extremo derecho y Alexis se quedó en la izquierda. La primera media hora del complemento fue un baile, aunque faltó otro gol. 

Cuando se podía esperar un PSG crecido, Iniesta tomó la batuta, Sánchez fue más punzante en sus movimientos (aunque el chileno sigue perdiéndose goles) y en la defensa Piqué creció junto a un Mascherano que se cansó de anticipar. Tal vez debió ingresar antes  Tello por un Villa demasiado leve, para darle mayor profundidad y desequilibrio a un equipo que estaba para sentenciar la serie.

Pero llegó la desgracia. Los parisinos, tras algunas variantes, tuvieron una serie de acciones de balón detenido. En una de ellas Alba cayó sobre Mascherano y el Jefecito se lesionó: rotura del ligamento lateral interno de la rodilla derecha. Con el argentino aún en cancha, Ibrahimovic puso el empate aprovechando un rebote en el palo de un cabezazo  de Thiago Silva. El sueco estaba, por lo menos, un metro en fuera de juego.


Sirigu bajó al chileno

Nuevamente reaccionó Barcelona y recuperó la posesión. Terminó la jugada en penal tonto de Sirigu sobre Sánchez, pero antes hubo una maniobra colectiva genial, con Iniesta quitándose tres futbolistas, Alves bien abierto por derecha, un taco top de Cesc, Barsa. Xavi lo cambió por gol y parecía que se cerraba el juego. Sin embargo un desafortunado desvío en Bartra generó que Valdés no pudiera con un simple disparo de Matuidi. Fue el 2-2.

Mucha preocupación de cara a lo que se viene en el campamento culé. Las lesiones de Puyol y Adriano ya eran un lastre demasiado pesado, la  ausencia de Mascherano por 6 semanas es un handicap demasiado alto a esta altura dela temporada. Bartra y Montoya deberán tener más  minutos, pero la mayor esperanza pasará por ver en qué punto puede reintegrarse Eric Abidal un jugador de probada categoría. Por supuesto, perder también al jugador más desequilibrante del mundo tampoco es algo menor, pero las variantes son mayores en esa zona del campo.

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