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De la mano de Marco Van Lewandowski

El Borussia Dortmund apabulló al Real Madrid por 4-1 en el juego de ida de las semifinales de la Champions League. El delantero polaco anotó un poker con destellos de categoría propios de Van Basten. El tanto anotado por Ronaldo puede ser clave para la vuelta en España.






Anotó el tercer tanto. El mejor de todos. La pisó ante la pareja de centrales del Real Madrid y la colgó del ángulo con un bombazo inapelable. Por si faltaba algo para que nos haga recordar a él, su festejo fue con el brazo levantado. Robert Lewandowski, la figura excluyente en el triunfo por 4-1 del Borussia Dortmund se puso el traje de Marco Van Basten en una noche que no olvidará nunca. 

Hizo todo bien Lewandowski y pudo haber anotado incluso más que los cuatro goles que terminó firmando el Dortmund. El centrodelantero polaco, de todas formas, fue la figura más destacada de un colectivo casi sin fisuras que incluso debió irse a Madrid con una ventaja más  amplia.

Podría haber sido diferente el juego del Dortmund y de Lewandowski, si el "9" se hubiera quedado con esa bola que no pudo mandar a la red antes de los 3 minutos. El imparable Reus había hecho un slalom bárbaro y definió; con mucho esfuerzo Diego López -de muy buen partido- la tapó y el polaco no sentenció en el rebote. Su fortaleza mental le permitió seguir adelante y dibujar una actuación para el enmarcarla.


La banda del polaco 

No era la primera vez que se medían los dos equipos en la temporada ya que lo habían hecho en la fase de grupos. Si bien el Borussia había salido mejor parado de ambos duelos, en ninguno de ambos marcó tanta distancia. Es que este miércoles, la superioridad fue total, de principio a fin. Apenas el Madrid tuvo unos minutos antes del cierre de la primera  etapa tras el desconcierto por el gol de Ronaldo.

Salió con todo el conjunto de Klopp. Para pasar a un rival de este calibre debía jugar un encuentro de esta magnitud, por eso mismo sin dudar fueron en busca del arco de López. Una gran maniobra colectiva antes de los diez minutos fue la apertura del marcador. Pepe evidenció sus carencias, muchas veces maquilladas con bravuconadas y rasgos malintencionados, y no pudo evitar que Lewandowski pusiera el primero.

Siguió buscando el Dortmund. Poquísimo le duraba la posesión al equipo blanco; Bender y Gundogan cortaban cuando querían verticalizar los de Mourinho; luego el propio Gundogan más los futbolistas de tres cuartos distribuían; la movilidad de Lewandowski complementaba un combo temible


Queremos la copa

Pero luego de los primeros 25 minutos de asfixia, el Dortmund baja un poco el pie del acelerador. Ahogo físico, o el miedo a que el Madrid convirtiera; como sea, comienza a esperar para salir de contraataque. Sin embargo, los blancos no hilvanaban ataques y se limitaban a envíos de pelota detenida. 

Tras una jugada polémica en el área española llegó el empate merengue. Se sabe, el Real Madrid no necesita demasiados avances para concretar y lastimar a sus rivales. Si encima llegan errores del otro lado, todo se facilita. Una pifia de Hummels le sirvió el balón a Higuaín; el Pipa vio venir a Ronaldo y el portugués sentenció a piaccere. Casi amplía la visita antes del final del primer tiempo.

Ese segundo tiempo era una prueba de fuego para los de Klopp, para ver la pasta del equipo. Está al dente el conjunto de la Cuenca del Ruhr. Porque en 15 minutos se vino un vendaval; lo pasó por arriba, con mucho fútbol y sacrificio. 

Todos los recursos técnicos de Lewandowski se pusieron al servicio del gol; el polaco mostró oportunismo y simpleza en el segundo tanto, talento y clase en el tercero y firmeza y contundencia en el cuarto. Impecable

Mourinho probó con otros nombres, pero no realizó variantes. El Madrid siguió sin encontrar el rumbo del juego; jamás logró neutralizar las amenazas de los alemanes. Sí pudo haber descontado en un mano a mano de Ronaldo y un córner que remató Varane; en una apareció Weidenfeller y en el otro el disparo del francés besó el poste.


Mou y sus polémicas

Diego López evitó el quinto. El lucense estuvo toda la jornada en el pelotón de fusilamiento y su verdugo terminó por fustigarlo en cuatro oportunidades. Ninguna culpa para él.

Esa fortaleza mental que destacamos en Lewandowski también hay que recalcarla en Hummels, quien luego de su grosero error  al final del primer tiempo, disputó una segunda parte impecable. Se cansó de anticipar y entregar a un compañero

Lo mismo vale para Götze. No porque haya cometido algún error; pero que a horas del juego más importante de su carrera se sepa que fue transferido para la próxima temporada a uno de los rivales del Dortmund y que aun sigue en carrera  en la Champions podría haber sido un palo muy duro. Götze jugó igual de libre que siempre.

Victoria formidable de un equipo quizás más elegante que el Bayern que ayer lapidó al Barcelona, aunque con un punto menos de potencia. Ese gol de CR7 mantiene una luz de esperanza para el Real Madrid aunque las opciones de remontada son pocas. El Dortmund no perdió en lo que va de la Champions.


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