Al igual que en la temporada anterior, el Barcelona dejó escapar insólitamente el partido en Anoeta. Ganaba 2-0 y estaba para hacer el tercero, pero en un rato se lo empataron. Para colmo, en el descuento, Agirretxe le quitó el invicto al conjunto catalán.
Fue prácticamente un calco, hasta el minuto 90. Dos encuentros similares con un desarrollo con muchos puntos en común si comparamos las últimas dos visitas del Barça a Anoeta. Sin embargo, allí apareció para la Real Sociedad Imanol Agirretxe, se vistió de héroe y se ganó la portada de los diarios del domingo en España.
Al igual que en el 2011, los catalanes se pudieron rápidamente arriba. Messi, cuándo no -convirtió por décima fecha consecutiva-, le dio la ventaja al Barça que ya había avisado con Cesc. Luego Pedro estrelló un remate en el palo. La superioridad de los blaugranas (hoy vestidos de naranja) era total y la idea de Montanier de ejercer una presión bien alta parecía desvanecerse.
El juego ya estaba encarrilado para la visita y más aún cuando Xavi abrió con Dani Alves quien le cedió el gol a Pedro que sólo tuvo que empujarla. Iban 29 minutos y parecía ser el guión de otra de las tantas abultadas victorias del Barça de Tito. Sin embargo, se le encarajinó el partido al Barcelona.
Otro récord más de Messi |
Una de las tantas jugadas bisagra del choque se dio a los 39 minutos. Pelotazo largo, Messi queda mano a mano con Pinto, define por encima del chileno (quien le comete falta afuera del área, no sancionada) y el balón da en el palo. Era el tercero; en la contra el Chory Castro quedó solo tras una buena acción colectiva de los donostiarras y remató cruzado y fuerte de zurda. Lindo gol y de repente había partido en San Sebastián.
La sombra del juego del 2011 se asomaba de a poco; es que en esa ocasión también los catalanes ganaban cómodos. Acá hubo otro momento importante: la expulsión de Gerard Piqué. El defensor central (que había sido amonestado en una jugada muy discutible en el primer tiempo) llegó tarde a un cruce sobre Vela y vio la segunda amarilla.
La Real olió la sangre, la misma que dejó escapar en el Bernabéu por miedo escénico, y fue por la presa. Lo siguientes minutos vieron al Barça más desorientado de la temporada, muy probablemente. Perdió la pelota, la iniciativa y Busquets se vistió de bombero para evitar dos goles hechos. Luego un disparo de Castro se devió en Mascherano y fue el empate ya que nada pudo hacer Víctor Valdés.
Precisamente el arquero no tuvo su mejor encuentro. Los ojos del mundillo futbolístico estaban sobre él luego de su anuncio de que no renovará su contrato con el Barça y su nivel no fue el mejor. De hecho, uno de los córners previo al gol vasco llegó de una floja respuesta suya. Pero lo peor estaba por venir.
Castro se anotó por dos |
Conforme quizás con el 2-2, pero sobretodo muy presionado por el Barça, la Real retrocedió. No tuvo más la pelota, pero a los visitantes les faltaba profundidad. Los pincelazos de Iniesta (cada día parece jugar mejor) no bastaban y el equipo no puso nunca más a Messi de cara al gol, quizás el principal déficit de los culé.
Los dirigidos por Vilanoca iban; Alba y Alves se sumaban constantemente y el respado defensivo estaba ya que Mascherano se siente muy cómodo defendiendo como último a la altura del centro del campo. Pero no aparecía la manera de quebrar la defensa local.
Se moría el partido, no aparecieron ni Tello ni Alexies Sánchez, quien hubiera sido muy útil por su capacidad física para resolver en inferioridad numérica. El empate en última instancia y dadas las circunstancias no le sentaba mal al Barcelona. Pero en una jugada aislada Carlos Martínez enganchó, mandó un centro traicionero y Mascherano quedó mal parado; Valdés no salió y Agirretxe le puso todo su oficio a la definición.
No hubo tiempo para más; en la primera jornada de la segunda vuelta el Barcelona perdió su invicto y ahora deberá remontar la serie ante el Málaga por la Copa del Rey. En la Liga aún tiene margen, pero seguro que no se esperaban una caída hoy en San Sebastián.
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