El Barcelona finalizó la primera rueda con un cien por ciento de efectividad como visitante. Batió al Málaga por 3-1 en La Romareda y demuestra que está varios escalones por encima de sus rivales. Los de Pellegrini salieron de la zona Champions.
Esta primera rueda del Barcelona, este campeonato de invierno (que no es más que una figura) que consiguió el equipo dirigido por Tito Vilanova es sencillamente sublime. Récord de puntos a esta altura de un certamen; como dijera Diego Simeone hace unas semanas, el Barça juega a otra cosa y marca demasiadas diferencias.
A diferencia de lo que ocurriera en las pasadas campañas, no se trata de una liga bipolar con una pelea cuerpo a cuerpo entre dos equipos y una disputa por el tercer lugar. Aquí, la Liga se decantó antes del final de la primera vuelta y encima el competidor natural está de capa caída. Así, una de las gratas revelaciones fue el Atlético de Madrid.
Justamente hoy, el conjutno catalán se medía ante otro de los equipos que tuvo un buen andar en la temporada. El Málaga de Manuel Pellegrini, con menos plantel que el curso anterior, logró mantener su idea de juego y en algún punto potenciarla. Básicamente desde su seguridad defensiva (que no implica que sea un equipo defensivo) y sus buenas intenciones con la pelota.
Parte de eso se vio en la noche de La Romareda. Los andaluces apretaban a partir de tres cuartos y mantuvieron una disputa de igual a igual en el primer tercio del encuentro. El Barça contaba de mitad para adelante con sus jugadores de gala, pero en defensa aparecían Dani Alves y Mascherano, en el ideal hoy suplentes. Del otro lado, el chileno dispuso la titularidad de Roque Santa Cruz, el atacante paraguayo ganó todo el partido en las alturas (aprovechándose de un dubitativo Mascherano), pero jamás contó con opciones de cara al gol.
Ese trámite parejo en cuanto a llegadas comenzó a desnivelarse. Iniesta tuvo un remate franco que desvió Caballero y para ese momento la visita ya era claro dominador. Quizás sin demasiada profundidad, con un Jordi Alba más atado que en otras ocasiones y con Pedro demasiado abierto en banda. Así, el desnivel aparecía en las triangulaciones entre Messi, Iniesta y Cesc.
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| La impotencia del 1, el gol del 10 |
Sin embargo, el gol partió de un error individual. Caballero despejó en largo, y tras una serie de rebotes, la pelota dividida quedó en los pies de Camacho, quien automáticamente la envió hacia atrás. Messi había quedado cerca del área -había ido a presionar al golero argentino- y recibió la mejor asistencia. Un freno le bastó para sacarse de encima al arquero y definir. Igualito al gol que le hiciera al Porto en la Supercopa de Europa en el 2011.
El encuentro cambió; Cesc estuvo a punto de ampliar pero el remate del ex Arsenal (de muy buen partido) se fue apenas ancho. Sin exigir la máquina a fondo, el Barça era más. Busquets, un genio del cual aún no se ha dicho lo suficiente, era vital en la recuperación rápida, Iniesta poco a poco fue siendo cada vez más importante con gestos técnicos únicos y entre Messi y Cesc hacían el resto.
Tuvo algún avance peligroso el local pero sin remates francos. Se podría decir que Valdés pasó una de las jornadas más tranquilas de la temporada, de hecho. Es que Isco fue absorvido por el sistema blaugrana y Joaquín comenzaba sus slaloms demasiado lejos del área.
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| Iniesta fue imparable en el complemento |
Sentenció el choque Cesc. Pase genial de Messi y el volante definió de punta, brillante. Lo mejor, o más vistoso del Barça se vio a partir de allí. Siempre dio la sensación que el gol catalán estaba al caer, pero fue cerca del final, con el ingreso de Thiago cuando cayó. El hijo de Mazinho demostró todo su potencial y su fineza. Pisadas, pared con Messi yendo de izquierda a derecha y definición con su pierna inhábil al otro palo. Golazo.
Ya en el cierre, Diego Buonanotte confirmaría su buen momento con un gran disparo de tiro libre con su sello. Maquillaje para el resultado final pero un plus de confianza para el enganche que está viviendo su mejor momento desde que llegó a Europa.
Se han agotado los elogios, los números son contundentes y cada rival que se enfrenta a este equipo esta temporada se demuestra impotente. Los de Pellegrini volverán a medirse con los de Vilanova por Copa esta semana; nuevo desafío para el Málaga: superar al mejor del Mundo.
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