El equipo catalán vapuleó 5-1 al Athletic Club en el Camp Nou. Messi hizo un doblete y quedó a uno de la marca de Gerd Müller. Hubo partido apenas durante 25 minutos, luego fue todo del conjunto de Tito Vilanova.
Messi se acerca al récord de Gerd Müller y el juego del Barcelona a la perfección. Es que no sólo tiene el mejor arranque de toda la historia del fútbol español esta temporada, sino que se empeña en superarse partido a partido. Hoy bailó al Athletic en el Camp Nou y le dejó de recuerdo un durísimo 5-1.
Hubo dos partidos. El primero duró 20 minutos y fue interesantísimo desde lo táctico. Es que el Athletic de Bilbao con persecuciones individuales a partir de una marca zonal le obturó en ese lapso los canales de creación al Barça.
Xavi estaba tapado, Cesc no encontraba su lugar, Messi quedaba sin juego y el único que podía por momentos desnivelar era Iniesta. Los vascos a su vez intentaron manejar la pelota. Y no sólo lo lograron en el comienzo, sino que además no le imprimieron el vértigo habitual. Optaron por tratar de mantener la posesión. En esa búsqueda, en más de una ocasión desperdiciaron opciones claras para contraatacar.
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Postal repetida |
Sin embargo, una acción inesperada cambió el partido. Es que si pensás cómo se puede abrir el partido, jamás imaginarías un pelotazo largo de Valdés, a Messi ganándole con el cuerpo a Amorebieta y una jugada anodina que termina en córner. Centro, un rebote y Piqué solo (liberado por el venezolano) que la empuja. Se acabó la paridad.
Es que el conjunto dirigido por Marcelo Bielsa, de muy mal andar esta temporada, se desplomó. Se fue de la cancha. Se acabo la lectura táctica, los marcajes comenzaron a llegar tarde y esa idea de persecuciones individuales se resquebrajó. Así, los espacios afloraron y eso contra el Barcelona es sinónimo de derrota y probablemente goleada.
Messi le ganaría minutos más tarde a Amorebieta (el peor de la cancha, lejos) y definiría ante Iraizoz, la pelota iba al arco, el defensor quiso sacarla pero su intentó fue en vano. Gol del argentino. Ahí comenzó el vendaval y quedaba mucho por jugarse realmente. De la mano de Iniesta, Messi y Jordi Alba (una contratación impresionante), los culés se florearon. El tercer gol fue un poema. Apilada de Messi, pase bárbaro de Cesc, genialidad del ex Arsenal para encontrar a Adriano quien lanzado en velocidad la clavó con un derechazo bárbaro. Clap clap clap.
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Suma y sigue Cesc |
El segundo tiempo fue casi testimonial. Cesc amplió la cifra, descontó Ibai y llegó otro tanto de Messi. Golazo por cierto; gran acción de Pedro que se la cedió a Jordi Alba y este a Messi. El rosarino metió un roscazo de derecha al ángulo. Infernal. Podría haber igualado a Müller hoy mismo si hubiera acertado con su cabezazo en el cierre tras un pase de Piqué.
El récord en definitiva está al hacer. Messi seguramente vaya a ser el futbolista con más goles en un año. Pero hay aspectos que escapan a los números, el juego de este Barça ilusiona y no parece que vaya agotarse en el corto plazo. Quizás esta continuidad sea el verdadero récord.
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