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Messi le dio orden a la orquesta..

Barcelona venció 2-1 al Betis, pero no la tuvo fácil, porque los andaluces sacaron a relucir su desfachatez y no se metieron atrás. Sin embargo, la Pulga frotó la lampara, le dio los tres puntos a los cules y llegó a los 86 en un año. Romper récords ya se le hizo natural y no lo es..




Todos los que prendieron la televisión o fueron al estadio a ver Betis-Barcelona esperaban lo mismo y no hace falta mentir para confirmar esto.  Todos, pero todos, esperaban los goles de Messi. Esos con los que iba a alcanzar y más tarde superar a Gerd Müller. Esos con los que entró a la historia grande del fútbol mundial. Bah, sinceramente: ¿ustedes creen que hace falta que este extraterrestre haga 86 tantos en un año para entrar en las reseñas históricas?.  Este pibe, perdón la falta de respeto pero sigue siendo eso,porque sólo tiene 25 años, ya es sin dudas uno de los mejores jugadores que ha dado el planeta.

Más de uno prendió el televisor sabiendo que la “Pulga” iba a ser titular, lo había confirmado Tito minutos antes. Entonces comenzaron a ver el encuentro con el prejuicio de que no había otra chance de ver uno o dos goles del rosarino. Un prejuicio de los lindos si es que existen. El primero no se hizo esperar, llegó a los 15 del primer tiempo, y el segundo tampoco, a los 24 de la segunda parte, tras un taco delicioso de Iniesta. En menos de media hora un récord que tenía 40 años (el alemán había hecho 85 goles en 1972) se rompió en pedazos.

Al final fue festejo para el Barcelona
Lio hizo lo que tenía que hacer y ratificó su excelente presente. Está endiablado, sin dudas, pero la orquesta que era el Barcelona en las pasadas temporadas anda algo desafinada. No es que se olvidaron de jugar, eso les sobra. Todos juegan, todos triangulan, todos se despliegan aunque fallan a la hora de defender y dejan que su rival se agrande con muy poco. Un córner es un arma eficaz para que el equipo que se mida con los cules, sin embargo estas situaciones son escasas pero cada vez que se dan, Víctor Valdes vuela por los aires al mejor estilo arquero de fútbol 5 o baby fútbol, como a ustedes más les guste, o aparece algún zaguero para salvar las papas.

Así fue que llegó el 2-1, después de una buena definición de Rubén Castro. Antes los azulgranas se cerraban, tocaban de lado a lado y no había canches de que se lo den vuelta. Hoy frente a los andaluces, la bola se estrelló en el palo más de una vez, fue despejada en el área chica por Puyol o Píqué y llegó en punto en el cual los laterales la sacaron a cualquier lado por el descontrol de la jugada. Es decir el empate nunca llegó porque el fútbol también es suerte y hoy los cules la tuvieron.

Rubén Castro, parte de un Betis que no se dio por vencido
El dominio fue del Barcelona, como siempre, pero la desfachatez de los verdiblancos, quienes no se dieron por muertos aún muertos, hizo que la victoria no fuera sencilla Obviamente, una actitud para rescatar y que se repite en varias actuaciones de los rivales del Barça. No todos van con el mismo librito, lo que lo hace más interesante aún. Unos lo hacen de contra, otros con la pelota y otros lo que salga, como fue la última jugada de este cotejo donde el portero Adrián fue a buscar la igualdad en un tiro de esquina. La cuestión es que se animan y prueban. 

El Barcelona es contundente, mantiene su postura y tiene errores, los cuales debe corregir para que los triunfos no le sean tan trabajosos. Igualmente siempre tiene un carta bajo el brazo, una de esas cartas suele llamarse Lionel Messi, ese pibito que cada vez que toma la bola hace magia y rompe un récord, algo que pasó a ser natural y hasta terrenal y sin dudas no lo es o ¿vamos a discutir eso también?..

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