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Disputas, caos, mal fútbol y adiós

Mano Menezes dejó de ser el entrenador de Brasil. Cuestiones políticas parecen ser el principal argumento de su adiós. A poco más de un año y medio de la organización de su Mundial, el Scratch no tiene conducción. ¿Se viene Pep? Difícil. Scolari, Ramalho y Tite, otras alternativas. 




Sacudón en el fútbol brasilero. Es que la CBF decidió despedir a Mano Menezes de la Selección a casi un año y medio del comienzo del Mundial que organizará Brasil. Bombazo.

La decisión tiene varias aristas, pero de acuerdo a lo que informan diferentes medios y periodistas locales, pasa más por cuestiones políticas que por razones deportivas. Tensiones y disputas en una organización que aún intenta reacomodarse tras la salida de Ricardo Teixeira  parecen ser la moneda corriente. No parece esta la mejor manera de encarar una cita con la que sueñan millones de brasileros.

El coordinador general de Selecciones, cargo que en estas tierras desempeña (?) Carlos Bilardo, manifestó que no estaba de acuerdo con la decisión, otra muestra más que lejos de ser unánime, la marcha de Menezes tuvo opiniones cruzadas. Es por eso que más de uno especula con que también se de un recambio en la función de Andrés Sánchez. Aguas turbias en la CBF.


Neymar llegó a la Selección con Menezes

Si el análisis del trabajo de un seleccionador es más difícil (o al menos diferente) que el de un entrenador de club, en el caso de un combinado que no disputa Eliminatorias se hace más complicado todavía. De todas maneras se puede hacer un balance del ciclo de Menezes. Por empezar disputó un solo certamen oficial al frente del combinado superior de Brasil, la Copa América. Sin embargo, también entrenó al Scratch en los Juegos Olímpicos. Vamos por partes.

Luego de la salida de Dunga (!) tras la eliminación en la Copa del Mundo de Sudáfrica en cuartos de final, la CBF se definió por Muricy Ramalho. Sin embargo, el DT se quedó en ese momento en el Fluminense –no pudo marcharse- y allí le cayó la chance a Menezes.

Intrascendencia puede ser la palabra que quizás mejor defina a su equipo en estos dos años. Podría estar bien para otros combinados, pero no para una selección brasilera. Claro, podría argumentarse también que se estaba haciendo un trabajo para que el pico de rendimiento del equipo sea en el 2014. Andá a explicárselo a Lula eso (?).


Los Juegos de Londres no trajeron alegrías

Uno de sus primeros encuentros con la Canarinha lo midió a la Argentina del Checho Batista (!) en Qatar. Y perdió (quizás lo deberían de haber despedido por perder con un equipo de este muchacho…) genialidad de Messi mediante. El primer objetivo que tenía por delante era la Copa América en Argentina.

Tibio empate ante Venezuela (mereció más), caída ante Paraguay en Córdoba y victoria ante Ecuador fue el balance en la primera ronda. Luego, en La Plata empataron en cero –ese día sí fue muy superior a su rival- pero en los penales, los pozos del Estadio Único y el “culo” que mencionó el Tata Martino sentenciaron la suerte de los brasileros.

Pese a que el resultado y el rendimiento de Brasil en el certamen fueron malos, algunos aspectos positivos quedaban. Por ejemplo, se comenzaron a entreverar en el equipo jóvenes figuras; Neymar la principal, pero también Ganso o Leandro Damiao –tiempo después.

Sin tener que disputar las Eliminatorias, los amistosos pasaron a ser moneda corriente. Muchos de ellos los jugó Brasil con un equipo Sub 23 de cara a la cita de Londres. El más recordado por nosotros seguramente será la orteada victoria 4-3 que le propinó Argentina en Nueva Jersey, ese día que Messi frotó la lámpara entres oportunidades.




Con momentos de buen fútbol (más que por una idea colectiva por el talento individual de su plantel), parecía que Brasil marchaba hacia la medalla dorada. México los sorprendió y Neymar, Oscar, Marcelo, Damia, Ganso y compañía no podían lograr el único título que aún no poseen nuestros hermanos. Las acciones de Menezes se desplomaban tanto como la Eurozona.

Sin crédito ante la gente y con una guerra civil librada a sus espaldas, Menezes seguía adelante. Ese sinsentido llamado Clásico de las Américas será su última imagen como DT brasilero. Scocco lo hizo (?). Los números finales del ciclo marcan 27 triunfos en 40 juegos; 72% de efectividad. 

Como sea, más allá de Menezes, no ha sido la estabilidad la marca de los entrenadores en la Selección de Brasil en los últimos 30 años. En verdad, hubo ciclos que duraron cuatro años (Parreira, Zagallo, Dunga), pero hubo otros períodos traumáticos (1986-1990/1998-2002).

¿Qué equipos respetaron la historia y la tradición de la Verdeamarelha? El de Tele Santana, el de Zagallo y momentitos del último ciclo de Parreira. Dunga, Luxemburgo, Leao o Menezes han sido realmente paupérrimos. No (solo) por resultados, sino por juego, ideas, conceptos.

Tite pica en punta por sus méritos deportivos

Y en el medio está Luis Felipe Scolari, Felipao. Pese a haberse ido al descenso con el Palmeiras aparece como una opción; en definitiva tomó en el 2001 un equipo derruido y meses más tarde, con una muy buena verisón de Ronaldo, se coronó en Japón-Corea. Ayer, el Chapulín Romario apoyó su candidatura

Sin embargo, no es la única opción (ni la más lógica, de hecho) para hacerse cargo de la Selección. Ramalho, hoy en el Santos, también es señalado por la prensa. El Peixe tuvo un segundo semestre muy pobre. Tite aparece con algunas chances tras haber salido campeónde América con el Corinthians. Más de un soñador en Brasil se ilusiona con Pep Guardiola. Difícil.


¿Saldrá de su año sabático?

Carece de seriedad todo esto y la CBF, o más bien sus dirigentes (cartolas, en portugués) parecen estar más atentos a disputas personales/negocios que a la organización de un equipo competitivo en lo que significa la chance de que Brasil borre, o al menos disimule, las huellas del Maracanazo. De esta manera parece más probable que en poco más de un año haya un nuevo Alcides Ghiggia.   

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