El Real dio vuelta el resultado adverso que obtuvo en el partido de ida frente al Barcelona y en una ráfaga se quedó con la Supercopa de España. Ambos equipos regalaron un buen espectáculo, pero los culés pagaron caro los errores del primer tiempo, aunque tendrán tiempo para corregir errores, porque la temporada recién comienza..
Los primeros minutos del partido fueron muy similares a lo que sucedido una semana atrás, cuando el Real Madrid se paró en el campo del Barcelona y generó las mejores situaciones. En ese partido los conducidos por José Mourinho no pudieron plasmar su supremacía en el arranque, pero ahora la historia fue bien diferente y hasta alguno podría decir que inimaginable.
El golpe de los Merengues fue de movida nomás y a los diez
minutos ya estaban arriba en el marcador, luego de un error de Javier
Mascherano, quien no llegó a despejar un despeje (sí, sí porque Pepe se la sacó
de encima y jamás pensó en poner una pelota de gol) y dejó mano a mano a
Gonzalo Higuían. El Pipita, impreciso en la definición porque tuvo varias y
solo embocó una, marcó el primero para su equipo y desató el festejo madrileño.
El conjunto culé parecía desorientado y ese primer golpe lo
dejó muy mal parado, más aún cuando a los 18 el marcador volvió a cambiar y no
fue a favor de ellos, ya que Cristiano Ronaldo mostró su magia y con un
sombrero de taco pasó a Piqué y definió contra Valdés. La reacción del portero
realmente fue muy débil y no cubrió de la mejor manera su arco, porque
prácticamente se arrojó con los pies hacía adelante, algo que enojaría hasta al
entrenador de baby fútbol de un equipo de Groenlandia.
Cerca de la media
hora de partido, los de Mourinho cantaron “Bingo” y fueron a buscar su premio a
la caja. La ficha que le dio ese premio fue la expulsión de Adriano, uno de los
que peor jugó en el primer tiempo que estuvo, y con esto el Barça quedó con diez
hombres. ¿Se podía esperar un primer tiempo mejor para el Real?, seguramente ni
el hincha más fanático lo hubiera imaginado, pero era así.
Pero toda fiesta tiene un mala onda (?) y en caso del Madrid
tiene nombre y apellido: Lionel Messi. Se terminaban los primeros 45 minutos y
casi sin pensarlo, el Barcelona tenía un tiro libre no muy cerca del área, pero
que podía convertir en una situación de peligro. La lejanía hacía que muchos no
pensaran en un tiro directo, pero el rosarino tenía otra idea en la cabeza. El
resultado fue un zapatazo teledirigido al fondo del arco defendido
por Iker Casillas. Golazo y a pensar en la segunda parte.
En el segundo período, los madridistas salieron
increíblemente a esperar. Sus once jugadores veían como el balón les pasaba por
las narices y no hacían nada para recuperarlo. La posesión era totalmente de los catalanes. Pedro generó dos situaciones; en una de ellas asesinó una pelota
larga de Masche con zurda y definió de derecha, pero no pudo vencer a Iker.
Ante este planteo quedó claro que los de Mou no aprendieron
de lo que sucedió en otras oportunidades y le dieron toda la responsabilidad al
Barcelona, un error grave claramente, aunque a pesar de esta situación también
tuvieron chances de cerrar la serie, sin embargo les faltó eficacia en la
definición (primero a Khedira y después al Pipita).
Para los amantes de las estadísticas (?) podemos agregar que
hicieron su debut Alexandre Song y Luka Modric, las dos últimas adquisiciones de
estos dos equipos. El ex Arsenal entró perfecto en la maquinaría blaugrana,
mientras que el croata (no voy a nombrar a los primos, solo para entendidos)
tuvo poca participación, quizás condicionado por la actitud de su equipo.
La última bola, como no podía ser de otra manera y por cómo
estaba planteado del encuentro, fue para la Pulga, luego de un pase de fantasía
de Song, aunque el remate del rosarino se fue rozando el poste y no pudo
marcar. Al final la alegría fue para el Real Madrid que con esta victoria se
queda con el primer título de la temporada..
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