Continuamos con el repaso de esos jugadores que por lo general no salen en la tapa de los diarios, pero que son vitales en el funcionamiento de sus equipos. Lejos de las cámaras y de los flashes de las fotos, hoy haremos hincapié en este volante de Camerún que maneja los ejes del Arsenal..
Seguimos repasando esos jugadores que no suelen salir en la primera plana de los diarios, pero que son vitales en el engranaje de sus equipos y en esta ocasión hablaremos de una pieza fundamental en el Arsenal, no solo en esta temporada, sino a lo largo de los últimos dos años. En este lapso, Song ha demostrado un nivel superlativo, el cual ha dado que hablar, aunque por suerte para los hinchas de la institución de Londres no captó la atención de los grandes conjuntos de Europa, esos que preguntan cuánto sale y se llevan la mejor materia prima.
Song, de tan solo 24 años, nació en Camerún e hizo casi toda su carrera en los Gunners, team que se vio seducido por sus actuaciones o mejor dicho el que se vio atraído fue Arsene Wenger, amo y señor de todas decisiones que se toman en esa institución, cuando este volante hacía de las suyas en el Bastia de Francia, que en primera instancia lo cedió en la temporada 2005/2006 y luego confirmó su venta a cambio de cuatro millones de euros al Arsenal. En el camino quedaron Inter, Lyon, Juventus y Manchester, que pretendían quedarse con su pase.
Su llegada a tierras inglesas fue con sólo 17 años, una edad normal si tenemos en cuenta que el equipo londinense suele contratar jugadores jóvenes para formarlos e insertarles su chip de juego. Pero desde su arribo el "pequeño" Song ya cargaba con la mochila del "sobrino de", algo que suele pasar en las empresas o en el mundo comercial, pero no mucho en el fútbol. Y sí, es pariente de un ex futbolista no pensaron mal. Su tío es Rigobert Song, ex Liverpool, West Ham y Galatasaray entre otros.
Luego de adquirir su pase, Wenger decidió prestar a nuestro volante al Charlton para darle rodaje, una situación muy común en muchas instituciones y una fija en la entidad londinense, que suele ceder a sus futuras figuras u otras que nunca serán estrellas. En este club, apenas jugó 12 partidos y no anotó ningún gol, así que regresó calladito a la entidad que lo había contratado y comenzó a luchar por un sitio en el primer equipo, La Filarmónica del Londres (belleza de apodo)
Poco a poco, este mediocampista comenzó a ganarse un lugar en el 11 del entrenador francés y a su favor jugó su polifuncionalidad, ya que ha jugado en su puesto, pero también como zaguero central, de lateral izquierdo o derecho. Su sitio en el mundo del fóbal es como centrocampista defensivo, sin embargo en la actualidad se lo puede ver cada vez más adelantado, lo que ha hecho que se convirtiera en un gran asistidor y no solo tenga tareas de recuperación del balón.
Además, de su cualidad posicional dentro del terreno de juego, Song tiene la cualidad de ser muy criterioso a la hora de la distribución el balón y por ende tiende a tocar de primera, antes que retener el esférico en sus pies, algo que parece sencillo, pero muy pocos hacen. A su vez, es un gran anticipador y tiene un buen manejo de su pierna menos hábil, la izquierda.
Algún infradotado (?) puede que conozca más a Song por sus raros peinados que por su desempeño dentro del rectángulo de juego y esto no es un punto para criticar, porque verdaderamente llaman la atención. Uno de sus looks más extraños fue cuando se platino complemente los pelos de su barba, junto con los de su cabellera, una una moda que gracias a dios los jóvenes no decidieron copiar como en otros casos.
En total con la camiseta de los Gunners lleva siete temporadas y suma un total de 204 partidos, un promedio que comenzó a aumentar en los tres últimos años, donde ha disputado de hasta 48 encuentros. El único reproche que se le podría hacer es su poca cantidad de goles en todo ese tiempo (10), aunque claramente no es la función de Song anotar tantos y además suele jugar lejos del área rival, con lo cual son pocas las ocasiones que queda con la chance de romper la resistencia de los arqueros.
Como no podía ser de otra manera, es una fija en la selección camerunesa, con la cual comenzó su vínculo en el 2005. Jugó la Copa África de Naciones 2008, junto con su tío, y la de 2010 y el Mundial de Sudáfrica 2010, donde su pariente hizo su última aparición con la casaca de los Leones Indomables, un team que se muestra inestable, pero que siempre es un rival duro y para temer, análisis en que encuadraría perfectamente Song, un volante que paso a paso se ganó el respeto de muchos y sin hacer mucho ruido..
Su llegada a tierras inglesas fue con sólo 17 años, una edad normal si tenemos en cuenta que el equipo londinense suele contratar jugadores jóvenes para formarlos e insertarles su chip de juego. Pero desde su arribo el "pequeño" Song ya cargaba con la mochila del "sobrino de", algo que suele pasar en las empresas o en el mundo comercial, pero no mucho en el fútbol. Y sí, es pariente de un ex futbolista no pensaron mal. Su tío es Rigobert Song, ex Liverpool, West Ham y Galatasaray entre otros.
Cabeza levantada y pelota al pie, un clásico de Song |
Poco a poco, este mediocampista comenzó a ganarse un lugar en el 11 del entrenador francés y a su favor jugó su polifuncionalidad, ya que ha jugado en su puesto, pero también como zaguero central, de lateral izquierdo o derecho. Su sitio en el mundo del fóbal es como centrocampista defensivo, sin embargo en la actualidad se lo puede ver cada vez más adelantado, lo que ha hecho que se convirtiera en un gran asistidor y no solo tenga tareas de recuperación del balón.
Además, de su cualidad posicional dentro del terreno de juego, Song tiene la cualidad de ser muy criterioso a la hora de la distribución el balón y por ende tiende a tocar de primera, antes que retener el esférico en sus pies, algo que parece sencillo, pero muy pocos hacen. A su vez, es un gran anticipador y tiene un buen manejo de su pierna menos hábil, la izquierda.
Esos raros peinados modernos |
En total con la camiseta de los Gunners lleva siete temporadas y suma un total de 204 partidos, un promedio que comenzó a aumentar en los tres últimos años, donde ha disputado de hasta 48 encuentros. El único reproche que se le podría hacer es su poca cantidad de goles en todo ese tiempo (10), aunque claramente no es la función de Song anotar tantos y además suele jugar lejos del área rival, con lo cual son pocas las ocasiones que queda con la chance de romper la resistencia de los arqueros.
Como no podía ser de otra manera, es una fija en la selección camerunesa, con la cual comenzó su vínculo en el 2005. Jugó la Copa África de Naciones 2008, junto con su tío, y la de 2010 y el Mundial de Sudáfrica 2010, donde su pariente hizo su última aparición con la casaca de los Leones Indomables, un team que se muestra inestable, pero que siempre es un rival duro y para temer, análisis en que encuadraría perfectamente Song, un volante que paso a paso se ganó el respeto de muchos y sin hacer mucho ruido..
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