Dos exponentes del fútbol mundial anunciaron su retiro esta semana. Se trata del ucraniano Andrei Shevchenko y el brasileño Roberto Carlos. Sheva no seguirá ligado al mundo de la pelota, en tanto que el lateral sí lo hará.
El mundo del fútbol se entristece un poco en estos días, ya que dos grandes jugadores, que supieron ser figuras y hoy estaban en clara baja de sus rendimientos, como grandes que son, entendieron que su tiempo pasó y no se tendrá que hablar de su ocaso, sino que la frase "quiero retirme yo y no que me retire el fútbol", puede ponerse en práctica para Shevchenko y Roberto Carlos.
El ucraniano, quizás, no tenía en sus planes largar cuándo estaba disputando la Eurocopa 2012, realizada en su país y Polonia, queriendo hacer un gran papel y aspirar también a llegar a Brasil 2014.
Pero el pobre papel de Ucrania, y el flojo andar de su actual club, el Dinamo de Kiev, precipitaron su partido del deporte y dedicarse sorpresivamente a la política.
Sheva formará parte del recién formado partido político Ukaine Forward, formado por jóvenes empresarios y políticos sin lugar en el mundo de la cosa pública, llamaron al balón de oro 2006, para contarle sus planes y el jugador se entusiasmó tanto, que decidió retirarse y unirse a ellos y logró meter al flamante partido por primera vez en el parlamento.
Shevchenko se va joven aún, con 35 años y mucho por dar, pero su decisión es respetable, si él cree que puede ayudar a su país desde otro lado, bienvenido sea.
Por el lado de Roberto Carlos, actualmente en el Anzhí ruso, también tomo la decisión de colgar los botines, pero a diferencia del delantero ucranio, el sí continuará ligado al fútbol.
El brasileño, viene jugando muy poco, hasta se dedicó a dirigir al equipo mientras se conseguía DT, hasta la llegada del holandés Guus Hiddink, del cual ofició de asistente, aunque disputando algunos partidos.
A los 39 años y con un contrato que lo liga al club ruso por un año más, toma la correcta (según él) decisión de dejar la práctica futbolistica pero no así al Anzhí.
Suleimán Kerimov, presidente de Anzhí, no es un magnate ruso caprichoso, tiene un proyecto a 10 años para proyectar al equipo a nivel europeo y le ofreció a Roberto Carlos ser su asistente en dicho proyecto, lo cual fue aceptado.
El lateral además está trabajando para realizar su partido homenaje entre el Anzhí y el Real Madrid en Daguestán, una de las tantas repúblicas rusas, la mayor de la zona del Cáucaso.
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