El Chelsea
accedió a la final de la Champions League
por segunda vez en su historia. Igualó 2-2 ante el Barcelona que desperdició el
2-0 que llevaba en la primera parte, ante un equipo que jugó con diez buena
parte del encuentro tras la expulsión de Terry. Lionel Messi erró un penal que
era el pasaje a la final.
“Mala suerte y
peor para el fútbol”. Esa frase le pertenece a la leyenda brasileña
Sócrates, luego de caer ante Italia en España ‘82 tras un gran partido de la verdeamarelha,
que no pudo traducirse en el resultado. Lo mismo podría decir cualquier miembro
del Barcelona luego de la serie ante el Chelsea. Es que más allá de términos
como “oportunismo” o “falta de
acierto de cara al gol”, no puede explicarse el resultado final que deposita a
los ingleses en la final de Munich.
2-2 dice la placa del marcador, pero poco explica eso.
Se hablará mucho en las próximas horas, días, semanas incluso de lo que pasó
hoy en el Camp Nou. También, más de uno
osará señalar como “un gran planteo” el de Roberto Di Matteo, entrenador
del Chelsea, lo cierto es que el resultado no se ajusta ni con los
merecimientos, ni con lo desarrollado por uno y otro en cuanto al volumen de
juego.
Así como había sido más en Londres y no lo había
podido plasmar en el tanteador, los de Guardiola fueron superiores en la
primera mitad, encontrando nuevamente
espacios en la defensa visitante, que rápidamente tuvo que ser remendada
tras la salida por lesión de Gary Cahill y el ingreso de Bosingwa. Messi podría
haber abierto el marcador antes de los cinco minutos del primer tiempo, pero no estaba en su noche.
El primero, llegó tras una buena jugada asociada, el
centro y el pase a la red de Sergio Busquets. Era merecido, los catalanes habían
buscado en todo momento el primero. Luego de eso, Terry, en un error insólito,
se fue expulsado tras una agresión sin pelota a Alexis Sánchez, de buen
partido. Parecía comenzar a definirse la
serie con el gol de Iniesta (una delicia de definición tras una gran
asistencia de Messi), pero hubo un cambio radical en ese guión.
Es que con uno menos, y el Chelsea con la necesidad de
anotar al menos un gol, Frank Lampard
inventó un pase entre líneas (luego de una mala salida de Mascherano) y dejó
de cara al gol a Ramires quien con mucha clase la picó ante la salida de Valdés.
La responsabilidad volvía a pasar del lado local justo cuando terminaba la
primera parte.
En la segunda mitad, el Chelsea sacó a la luz su cara más desagradable, la
especuladora, juntando las líneas y sin dejar a nadie para una contra. Pese a
eso, los culés tuvieron un penal a favor. La falta sancionada sobre Cesc (al
menos discutible) le dio la chance a Messi, pero Leo –lo dijimos- no estuvo muy
acertado. Pegó en el travesaño el disparo del rosarino, que erró su octavo
penal sobre 27 que ejecutó.
Allí, se potenció la especulación del equipo británico.
Guardiola buscó con variantes; con el ingreso de Tello, incluso Keita en el
final. Pero los caminos no aparecían. Para
la polémica queda el gol anulado al local por un offside muy fino
sancionado a Dani Alves que terminaba en gol catalán. Un minuto después, Messi
reventó el palo, debido a que Cech se interpuso cuando la pelota buscaba la
red.
Insólitamente, los de Di Matteo no se irían derrotados. Es que con el equipo totalmente jugado,
Fernando Torres corrió desde la mitad de la cancha para encarar a Valdés,
superarlo y empujar la pelota. Empate y clasificación para el Chelsea que llegó
nuevamente a una definición de Champions con un entrenador interino (en el
2008, Avram Grant).
Para el Barcelona
queda el reconocimiento. Su estilo perdurará más allá de este resultado
transitorio, que no cambia todo lo que logró el conjunto de Pep Guardiola desde
el 2008 para acá.
Me parece que se ponen mucho la playera argentina, por estas cosas es maravilloso el futbol... porque sigue siendo impredecible, penal cuestionado? si no existió... offside fino? si fue claro... ahora, no soy el típico anti barcelonista que odia que el equipo lo gane todo, al contrario, me siento afortunadísimo de ser testigo de uno de los mejores conjuntos de la historia, pero está claro que hoy como hace ocho días el barcelona no pudo con el planteo... ni hablar, a revisar los puntos flojos y el próximo año será :D
ResponderEliminarSi hubiera sido una cuestión de planteo, no le hubiera generado cantidad de opciones...
EliminarPero las opciones no sirven de nada si no se concretan. De que sirve generar todo ese juego si no la meten? Si hablamos de dominio solamente, por que mejor dejemos contar los goles para declarar al ganador, sino al que tiene mayor posesion o mas pases seguidos? Asimismo, que hubiera pasado si el chelsea salia jugarle de igual a igual al barca? Salian goleados obviamente. En mi opinion, el que merece ganar es el que hace los goles (excepto cuando el arbitro esta comprado). Y ojo, tambien opino que el barca es el mejor equipo que vi, y que esto no quita nada de lo que han logrado hasta hoy.
ResponderEliminarComo análisis, sin querer ofender, me parecería pobre. La diea del análisis no tiene que limitarse al resultado; menos en un juego en el que intervienen facotres fortuitos también.
EliminarEL punto es cuánto puedo cosechar un equipo jugando de esa manera, y desmitificar algunos aspectos. Como entrenador, creo, no me gustaría que todo pasara a depender de la efectividad o no de Messi y compañía. El Chelsea ligó, sobre todo en Stamford Bridge, para toda la cosecha...