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Final del juego


El Real Madrid acabó con la racha negativa frente al Barcelona y lo derrotó 2-1 en su casa. Con este resultado, prácticamente, sentenció la Liga a su favor. En un encuentro muy trabado y con pocas situaciones, los de Mourinho golpearon en los momentos justos; Cristian Ronaldo fue la gran figura del partido y además, convirtió el gol decisivo.

Con otra mentalidad salió a jugar el Real Madrid frente al Barcelona en la noche catalana, quizás allí radique su mayor triunfo esta noche. Es como si aquel segundo tiempo en la Copa del Rey en el Camp Nou le hubiera servido al equipo, y en especial a José Mourinho, que era otra la manera indicada para doblegar al conjunto de Josep Guardiola. Jugándole de igual a igual (obviamente con menos posesión), los Blancos consiguieron imponerse por 2-1 y la Cibeles comienza a disponerse para festejar una Liga tras tres años de triunfos blaugranas.

Las alineaciones iniciales daban algunas muestras de lo que buscaban los técnicos. Mientras que Mou incluía a Coentrao, pero también a Ozil más Di María, Cristiano Ronaldo y Benzema, Pep determinó la titularidad de Tello y Thiago, buscando más desequilibrio individual, ubicando a Daniel Alves como extremo por la derecha, una decisión que no fue del todo feliz. Es que el brasileño perdió recorrido y consolidó a Coentrao que venía de tener una pésima prestación ante el Bayern Munich el martes.

El que apostó por Khedira se hizo unos morlacos

Jugar lejos de Casillas, con o sin la pelota, pareció una de las premisas de Mourinho y, al menos en el primer tiempo, los Merengues lo pudieron realizar. Antes de los cinco minutos Valdés tuvo que exigirse para sacar un cabezazo de Ronaldo que buscaba el ángulo. Del otro lado, Tello -jugando ante Arbeloa por la izquierda- parecía el más desequilibrante en el comienzo, aunque poco a poco se iría apagando.

Esa búsqueda del equipo de la capital española tuvo su rédito en el tercer tiro de esquina que tuvo a su favor, a los 16 minutos. Envío al área, gana bien Pepe en lo alto. En primera instancia despeja Valdés, pero su reacción y la de Puyol no es tan veloz como la de Sami Khedira, quien la empuja en el rebote. 1-0 para la Casablanca.

Pep en su laberinto

No era el guión que había soñado ningún culé, pero el Madrid se puede decir que había hecho los méritos para estar adelante. De repente, el juego del local se congestionaba demasiado en el centro del campo, donde Xavi e Iniesta tuvieron muy flojas performances. Solo los arranques imprevisibles de Messi cambiaban la ecuación de los ataques catalanes. Cada contraataque con Benzema aguantando y Ronaldo saliendo rápido parecía terminar en una acción de peligro.

Podría haberlo igualado Xavi tras un pase sensacional de Messi, pero Casillas desvió el tiro en el mano a mano. Pasaban los minutos y el primer tiempo se evaporaba con Casillas pasando su jornada más tranquila en un clásico como arquero del Real Madrid desde que Guardiola es el entrenador blaugrana. Tampoco hay que creer que lo de la visita era un canto al fútbol, pero tenía algunos méritos claros: además de no jugar cerca de Casillas, retenía bien a los extremos del barça, generaba que Messi no pudiera rematar nunca cómodo (al igual que el Chelsea el miércoles) y le ponía pimienta a las contras.

El complemento arrancó diferente. Pese a no haber cambios en los equipos, el local buscó de otra manera, intentando que Thiago se desenganchase un poco más lo cual rompía líneas en el medio. A su vez, los Blancos recuerrieron en el error de replegarse en exceso. Fue Tello quien tuvo el empate, pero se apuró tras una gran asistencia de Alcántara. Quedará para el análisis saber porqué no jugó en ningún momento el extremo sobre la otra banda.

Entró y mojó

Xavi, en su última acción, probó de afuera pero su disparo se fue apenas ancho. Tras el tiro, salió para que ingrese Alexis Sánchez. En su primera jugada, el chileno empató. Messi hizo una apilada, el balón le quedó a Iniesta, este pese a recibir una falta cede a Tello, rechaza parcialemente Casillas, toma el rebote el tocopillano quien en la segunda oportunidad logra finiquitar. Quedaban 20 minutos y el Camp Nou se venía abajo.

Pero no era la noche culé. Es que en un ataque que podría haber terminado en el segundo para los de Guardiola, Tello pareció reciibr una falta que Undiano Mallenco ignoró. Poquísimo le importó esto a los Blancos; Ozil metió el estiletazo, Mascherano y Puyol estaban en línea, muy lejos de Valdés, y Cristiano aprovechó para batir a Valdés en el mano a mano. Un golazo que valió más que tres puntos, valió una Liga.

Otro gesto canchero para la colección

De allí hasta el final fue todo confusión y la visita estuvo más cerca de ampliar que el Barça de igualarlo. Sí es para resaltar que no hubo escándalos, expulsiones ni protestas desmedidas ante el árbitro, una manera completamente distinta de entender el sentido lúdico y deportivo por parte del equipo de Guardiola. Las pruebas están de cómo se habían desarrollado todos los encuentros con resultado distinto.

Con este marcador, la Liga quedó casi sentenciada. Incluso, la próxima semana, en caso de ganar al Sevilla y si el Barcelona cae ante el Rayo Vallecano como visitante, los de Mourinho pueden volver a consagrarse a nivel doméstico. Sólo una debacle futbolísitica puede hacer que los Blancos no den la vuelta. Y es merecido, han sido el conjunto más regular en la temporada 2011/2012.

Para el póster

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