Esta noche la Selección Argentina se medirá ante su par helvético, un conjunto en franco ascenso, pese a haber quedado afuera de la Euro 2012. Desde la Federación, apuntan a clasificar al Mundial de Brasil y dar el gran zarpazo en Rusia 2018.
Sin dudas, si uno piensa rápidamente en Suiza, el fútbol no será lo primero que se nos venga a la mente. Antes, tendremos a Roger Federer, la fama de sus relojes y el concepto de la tierra del chocolate. Pero el conjunto nacional helvético, está creciendo de forma notable en los últimos años. Hoy, Argentina tendrá en frente a un equipo que se plantea sentarse en la mesa de los grandes a nivel mundial en unos años.
Luego de una aparición esporádica en el mundial de Estados Unidos en 1994, el conjunto rojo volvió a clasificarse a una cita de esta relevancia recién en el 2006. Con un fútbol ultra racano (no olvidemos que fue en Suiza donde se originó el concepto de Catenaccio), lograron acceder a octavos de final donde se fueron eliminados por penales, y sin goles en contra en todo el certamen.
Basandose en un fútbol físico y directo, el equipo suizo se presentó también en ña Euro que lo tuvo como organizador -junto a Austria- y su desempeño fue una desilusión. Eliminación en primera ronda y borrón y cuenta nueva: llegó al banco suizo (no con cuentas exorbitantes) Otmar Hitzfeld, DT conocido en nuestras tierras por haber vencido a Boquita Boca en la final Intercontinental del 2001 con el Bayern Munich.
Hitzfeld lidera la renovación |
Con el experimentado entrenador, el equipo volvió a meterse en la fase final de un Mundial, y muchos recordaran que fueron la gran sorpresa de la primera jornada al derrotar a España por la mínima luego de que los cagaran a pelotazos sufrieran los embates de los futuros campeones del mundo. Pese a ese triunfo, Suiza no llegó a octavos ya que quien secundó al conjunto de Del Bosque fue Chile, que tenía la conducción de Marcelo Bielsa.
Aún con el alemán en el banco, la Schweizer Nati fue en busca de la clasificación a la Eurocopa, pero no lo consiguió. Inglaterra lideró el grupo, pero la segunda plaza se la quedó la sorprendente Montenegro. Pareció ser este el indicativo de que era necesario una renovación, que de a poco, se comenzó a dar en este seleccionado.
Y es que, tal vez, la primera muestra se dio en el medio de la urgencia. Cuando Suiza necesitaba un tanto para acceder a octavos en el mundial, mientras enfrentaba a Honduras, Hitzfeld le dio minutos a Xherdan Shaqiri, de quien ya hablamos acá. El joven talento de origen kosovar, es la gran esperanza a futuro en Suiza, pero no es una excepción, sino la regla.
El Centro de Alto Rendimiento en Lausana ha sido en los últimos años un aglutinador de talentos, con la particularidad que un procentaje importante de los equipos juveniles o bien había nacido fuera de las fronteras suizas o era hijo de inmigrantes. Y acá aparece una vez más el valor del deporte como ruptura de ataduras mentales.
El campeón en Nigeria |
Es que como también se explicó en el artículo sobre Shaqiri, muchos de los inmigrantes de la zona balcánica han sido vistos de manera peyorativa en Suiza y es desde su valor como figuras deportivas que de a poco ha ido cambiando esto. Por supuesto, esto está avalado en triunfos deportivos como los que experimentaron los suizos a nivel Sub 17 (fueron campeones mundiales en Nigeria en el año 2009) y el subcampeonato europeo a nivel sub 21 el año último (en Dinamarca, el campón resultó España).
Nombres como Granit Xhaka -también nacido en Kosovo- Patjim Kasami (albanomacedonio), Daniel Pavlovic y Mario Gavranovic (ambos de origen croata), se suman a algunos que ya formaban parte del equipo como Blaise Nkufo o Eren Derdiyok (sus padres son del Kurdistán turco).
Con este entramado, la apuesta desde las altas esferas del seleccionado es lograr que el equipo llegue al Mundial de Brasil en el 2014 y poder en el 2018 sí buscar un lugar de privilegio. Las chances parecen factibles.
Más aún si vemos el desempeño del Basilea en la presente edición de la Champions League. Allí, con el arquero Sommer, Xhaka y Shaqiri como emblemas, accedieron a los octavos de final -dejando afuera a un gigante de la talla del Manchester United- y en el encuentro de ida por esa instancia, superaron al Bayern Munich por la mínima.
Por eso, más allá del resultado coyuntural que se de esta tarde en Berna, será interesante observar a estos jovenes valores que de a poco comienzxan a darle otra forma al tradicionalmente aburrido estilo suizo. Ese desenfado, podría ser la llave para que el conjunto helvético se posicione en otro lugar a nivel mundial.
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