El Málaga derrotó al Porto por 2-0 y se metió por primera vez en su historia en los cuartos de final de la Champions. No les sobró demasiado a los españoles, pero el triunfo fue justo. Isco y Santa Cruz los goleadores.
Era una serie complicada. Más aún luego de la caída en Portugal. Luego de los primeros 30 minutos de juego parecía que era una quimera creer que el Málaga pudiera acceder a los cuartos de final de Champions League.
Es que el Porto era muy superior. Superior desde una presión asfixiante, pero también desde un juego asociado que tenía a Moutinho como abanderado de un trío formado por Lucho González y Fernando. Quizás les faltó punch en esos metros finales al Dragao para plasmar en el arco de Willy Caballero la superioridad que había exhibido en el juego.
Del otro lado, el Málaga era inofensivo. Hasta que comenzó a aparecer el prodigioso Isco, y el juego cambió. De la izquierda pasó a actuar en el centro, a espaldas de Fernando y el equipo de Pellegrini empezó a darle otro destino a la pelota.
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| Pasta de crack |
Avisó con un gol pésimamente anulado a Saviola; luego llegó la apertura del marcador. Fue Isco con un golazo propio de un talento de su categoría el que la colgó del ángulo de Helton. La ventaja quizás no era justa, pero la serie ya era tablas.
El choque fue otro en el complemento. Moutinho le dejó su lugar a James Rodríguez y Defour se fue expulsado por doble amarilla. El Porto se desnaturalizó y el Málaga se posesionó del partido. La línea defensiva comenzó a presionar más arriba. Jackson Martínez, muy solo, no pesó.
Con su juego atildado, las incursiones de Joaquín, las diagonales de Saviola y el concepto de Isco, los de Pellegrini iban. Pero el chileno acertó un pleno al incluir a Santa Cruz por Julio Baptista. El guaraní rentabilizó su ingreso con un cabezazo goleador.
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| Somos leyenda |
Sufrió en el final el conjunto andaluz. Se le vino el peso de la historia, el saber que estaban a las puertas de algo histórico. Pero lograron dar el paso adelante. Este grupo de jugadores quizás no llegue a quedar en las grandes páginas del fútbol mundial, pero tiene un mérito incalculable. Las condiciones en las que se formó el equipo a comienzos de temporada fueron calimitosas. Han hecho una temporada formidable.
Aplauso, medalla y beso para Manuel Pellegrini. Logró avanzar en Champions más lejos con el Villarreal y el Málaga que con el Real Madrid. Pero más allá de esos resultados, importantes sí, es más destacable que lo hizo desde una identidad clara. Respetando una idea e juego, desarrollada a lo largo de los años y sin planteles de primerísimo nivel, aunque sí muy capacitados. Málaga está de fiesta, Pellegrini lo hizo de nuevo.
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