Southampton aprovechó su mejor momento en un partido luchado y parejo y derrotó como visitante por la mínima diferencia a Manchester United, superándolo en la clasificación general y alejándolo casi definitivamente de la lucha por el título.
Manchester United y Southampton se enfrentaron hoy en Old
Trafford en un duelo clave para las aspiraciones de ambos por estar entre los
cuatro lugares clasificatorios para la próxima Champions League, con el tercer
puesto de la tabla de posiciones en disputa.
Tras una primera mitad con mucho ritmo pero con muy pocas llegadas a los arcos, la igualdad era justa aunque las
intenciones más ambiciosas en el balance general correspondieron al conjunto
dirigido por Louis Van Gaal que, pese a su búsqueda ofensiva, nunca supo
encontrar los caminos adecuados para llegar con peligro hasta el arco de Fraser
Foster.
El complemento entregó de entrada una imagen distinta y muy
similar al inicio mismo del partido donde Soton había presionado
insistentemente a Manchester United más allá de la mitad del campo. El conjunto
de Ronald Koeman fue generando opciones de juego a un Graziano Pellé que en la
primera parte había quedado lejos del área adversaria y Southampton comenzó a
visitar las cercanías de David De Gea.
El ingreso de Dusan Tadic a los 62 minutos en reemplazo del
holandés Eljero Elia, que hoy hizo su debut en el equipo visitante con un
discreto rendimiento, fue clave en el desarrollo del partido y lo mismo ocurrió
con la salida por lesión de Robin Van Persie en el anfitrión, que desnudó la
insólita decisión técnica comentada en la previa del encuentro por Van Gaal de
dejar a Radamel Falcao fuera de la convocatoria para un partido tan
trascendental.
Siete minutos después de su ingreso, Tadic recogió un rebote
en el poste izquierdo tras un remate de Pellé devenido de una asistencia del
propio serbio para colocar el balón en la red dejando fuera de acción a De Gea.
La diferencia lograda en el mejor momento de los 'Saints' en el juego fue fundamental
y a la postre se convirtió en definitiva con el correr de los minutos.
Van Gaal colocó en campo a Marouane Fellaini para intentar
recuperar el juego aéreo que había perdido con la salida de Van Persie y que no
tenía por la ausencia de Falcao, y a Ander Herrera para acompañar a Juan Mata y
a Wayne Rooney en el manejo de las opciones, enviando a Daley Blind, que generó
mucho más peligro que un intrascendente Luke Shaw, al sector izquierdo.
El United, desesperado, tuvo las chances que no pudo crear
antes, pero Mata desperdició dos situaciones claras delante del arco y otra de
bastante peligro desde el borde del área, evidenciando aún más la falta de un
goleador de raza que aprovechara aquellas pocas pelotas de gol que su equipo
pudiera obtener en los veinte minutos finales.
Southampton asestó un tremendo golpe al United y no solo le
ganó en Old Trafford sino que lo desbancó del tercer puesto, lo alejó a las
afueras de la lucha por el título de manera casi definitiva y lo devolvió al
mar de dudas del inicio de temporada de cara a la parte final de un campeonato
que no soportará muchos más traspiés al equipo de Van Gaal.
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