Tres equipos que sufrieron mucho en el pasado cercano han comenzado de muy buena manera esta temporada. Exigentes, orgullosos y pasionales disfrutan por igual en Inglaterra, Italia y España.
La vorágine con la que se vive actualmente nos tiene convencidos de que lo ideal es ir rápido por la vida. Autopistas en lugar de caminos, eficacia por eficiencia.
El fútbol, fenómeno social, no escapa de este paradigma; y lo vemos cotidianamente, porque cantidad no es calidad y nosotros somos partícipes de encuentros futbolísticos casi a diario; por lo que nos acostumbramos a presenciar malos partidos. Quizás de diez que miramos apenas uno vale la pena. La ley de la oferta y la demanda se apoderó del deporte más preciosista del mundo. Ahora la TV es la que manda. Quedó atrás el juego por pasión, por amor a la camisa, por honor y por el anhelo de convertirse en leyenda.
![]() |
Eran otros tiempos |
Sin embargo, en esta época hay quienes aún sueñan con un fútbol lindo por encima del resultado, de paladar negro los llaman. Hay quienes presumen hasta el hartazgo unos colores, un escudo, una identidad a pesar de que hace mucho no gana nada y que vive con la amargura de verse coronar al de enfrente, ilusos los denominan. Existen quienes portan la camiseta que en cada fibra guarda una parte de la ciudad histórica y que se convencen de que sus gladiadores hoy reconvertidos en jugadores de fútbol, defienden a ultranza su venerable legado. Los orgullosos de su estirpe.
Esta velocidad de la que veníamos hablando: velocidad en los tiempos de formación, en los procesos; vamos, en el partido mismo en el que todo se hace con premura. Hacen que el fútbol les quede debiendo al hombre de paladar negro, al iluso y también al que se siente orgulloso de su equipo, de su historia, de sí mismo.
![]() |
Aguante |
Sólo otro hombre es capaz de retribuirle todo lo que le debe: el hombre futbolista, que tiene ante sí la oportunidad de reivindicar al hombre hincha. Sólo él con sus actuaciones es capaz de devolverle la sonrisa al rostro de aficionado.
![]() |
Volver a ser |
Y es que, pasada una cuarta parte de la temporada en las ligas europeas, hay tres hinchadas que se sonríen y se entusiasman como hace mucho no lo hacían. Ahí aparecen los seguidores de paladar negro del Arsenal, los ilusos del Atlético de Madrid y los orgullosos tifosis de la Roma.
El Arsenal, que desde las épocas de Thierry Henry y Dennis Bergkamp había sido abandonado por los resultados (no así por el fútbol bello). Encuentra hoy en las espaldas del alemán Mezut Ozil al jugador de primera clase que le venía haciendo falta, aunado ello a las explosiones definitivas de Jack Wilshere y Aaron Ramsey tienen al equipo londinense en lo más alto de la clasificación, por encima de planteles armados a golpe de talonario como el City o el Chelsea con todo y Mourinho al mando. Hoy el hincha de paladar negro, que gusta del juego lindo tiene motivos para pensar en una temporada como las de principio de siglo, cuando un francés y un holandés se cansaron de romperla con el equipo de los cañones.
![]() |
Crack |
El Atlético de Madrid, que tiene páginas de amargura pero también de gloria en su larga historia, con hinchas acostumbrados a verse coronar al Real Madrid, siendo presa de burlas incesantes, es a día de hoy, la gran revelación del campeonato español. Si bien el Aleti ya ha levantado títulos en épocas recientes de la mano de Diego Forlán, el Kun o Radamel Falcao García. Desde que ganara la liga en el ya lejano 1996, no había vuelto a ilusionarse en liga, ante el poderío de los dos gigantes españoles, hoy desde la dignidad el otro equipo de Madrid planta cara y se prevé que luche palmo a palmo hasta el final de la competición. Contra todo pronóstico el Atlético vuelve a vestirse de grande.
![]() |
Villa y el gol |
La Roma por su parte, encuentra por su parte resultados visibles en un proyecto de años anteriores, con un Miralem Pjanic en plan grande y una defensa ordenadísima (sólo a permitido un gol en liga) sueña con glorias añejas, se ilusiona con darle a su capitán Francesco Totti un último motivo para celebrar. Es el equipo de la capital, ese por quien sus hinchas se desbordan en entrega y que hoy por hoy, son el mejor equipo del Calcio, sin que nadie les regale nada.
![]() |
La dolce vita |
Es el presente grato de tres instituciones que enamoran en varias latitudes, es la reivindicación del hombre por el hombre mismo y sólo esperamos todos los que amamos este deporte, que estos equipos que ponderan a su modo el honor y el respeto al juego no se caigan durante la temporada. Ojalá que alguno de estos equipos (o todos) logren levantar el título de liga, para que se reivindiquen con sus aficiones, ojalá... porque al hacerlo estarán reivindicando al fútbol mismo, a ese fútbol que tanta falta le hace.
0 Comentarios..:
Publicar un comentario