El conjunto
galés levantó la Copa de la Liga en el mítico estadio de Wembley al vencer en
la final al Bradford. Fue una final diferente, no sólo por los equipos sino por lo que vivieron los hinchas del equipo de la cuarta división, quienes armaron una fiesta a pesar de la derrota y hasta hubo una pelea por patear un penal.
Fue la final
de los equipos humildes. Uno proveniente de Gales que hace una temporada se encuentra
en la Premier League y es una de las sorpresas de la temporada, mientras que por
el otro lado un conjunto que se encuentra tres divisiones menos y que dio el
golpe tras dejar en el camino a equipos grandes como el Arsenal.
El partido
solo tuvo un claro dominador del juego y fue el Swansea. Durante los 90
minutos, fueron totalmente superiores a su rival e hicieron valer la diferencia
de categoría entre un equipo de Premier con otro.
Los
conducidos por Michael Laudrup se pusieron en ventaja a los 16 minutos tras un
contrataque llevado por Dyer que terminó en el disparo al arco de Michu, el
guardameta McLaughlan dio rebote y Dyer puso en 1 a 0.
Luego del
gol, el encuentro se hundió y la pelota no llego a los arcos hasta el minuto 39
cuando Michu, otra vez, remató entre las piernas del defensor que lo marcaba encima
y puso junto al palo izquierdo el 2 a 0.
¿Bradford?
Nada, poco podía hacer ante semejante superioridad. Y cuando en la segunda
parte uno pensaba que vendría la reacción, vino el tercer gol del Swansea a los
dos minutos, nuevamente con un golazo de Dyer tras una gran triangulación que
realizó con Michu y De Guzman.
Poco
después, vendría el penal para el Swansea que termina con la expulsión del
arquero rival y con un hecho que quedará como nota color. Hubo una pelea entre
Dyer y De Guzman, autor que recibió la falta y normalmente el ejecutor de penales
de su equipo.
Dyer quería patear
el penal porque así anotaba su primer hattrick en su vida, y justo en una
final, y De Guzman quería anotar su gol, por lo que un pedido se fue tornando
en una discusión en medio del área que terminó unos tres minutos después,
sacándolo a Dyer muy enojado, y a De Guzman pateando el penal
que luego convertiría en gol.
El 4 a 0
para Swansea ya era definitivo, el título ya estaba en manos de los de Gales,
y todavía faltaba 30 minutos de juego que fue a puro toque de los de blanco. El quinto
gol vendría en el final del partido y fue nuevamente De Guzman para sellar el
encuentro.
Primer
título importante en la historia grande del fútbol inglés para el Swansea, el
conjunto de gales que sigue ratificando porqué fue catalogado como la sorpresa
de la última temporada en la Premier League.
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