Sufrir, sufrir contigo. Capítulo I: Indolencia

Comenzó el duro camino del Atlas en el semestre en el que se definirá si continúa en la Primera División de México o no. Un empate de arranque y las sensaciones a través de nuestro hombre en tierras aztecas.

Inició ya el tortuoso camino del rojinegro en el Clausura 2013. Y si muchos pensaban o imaginaban que eso del descenso no se sentiría tanto, que es algo que sería sencillo de sobrellevar, pues se equivocaron, hoy viví quizás uno de los partidos con más tensión desde hace mucho tiempo… tal vez las sensaciones de hoy se parezcan un poco a esos partidos decisivos del mundial… no estoy seguro, pero de que hoy sufrí lo indecible, lo sufrí.

C.U. siempre ha sido un campo poco grato para la visita, quizás por la altura, por el horario, porque Pumas ande como ande, siempre se complica… o tal vez por todo lo anterior.

Y hoy debutábamos (si debutábamos, porque el descenso lo jugamos TODOS) en Ciudad Universitaria, ansiosos de ver cuál sería la actitud de los jugadores ante este último llamado a despertar.

Pumas fiel a su costumbre, trató de monopolizar el juego, y el Atlas, bien parado con una línea defensiva de 4 liderada (cuando no) por el capitán Leandro Cufré. Los felinos fueron encimando a los rojinegros, de a poco trataban de arrimarse a la portería de Miguel Pinto, pero se solventaban las llegadas, o bien por la buena labor defensiva o por los milagrosos guantes del guardameta chileno… figura hoy, lejos.

Pinto, factor determinante pa

Pasada la media hora de juego (de un juego sin demasiadas emociones) Martín Bravo abrió su cuenta para esta temporada, y en mí la desazón de que siempre la “maldita rata” nos anota… el equipo se sobrepuso, pero navegaba en la intrascendencia de la media cancha, nula llegada y excesiva pasividad de la media del Atlas. Si la parte baja soportaba los embates y mostraba una gran actitud y si adelante, Brizuela, Vuoso y el malquerido Omar Bravo correteaban todo el tiempo en la media faltaba carácter y determinación.

Lo que siguió faltando en el complemento, y es aquí cuando aparece esa imagen que se te queda grabada, esa que marca la diferencia. Uno con los nervios de punta, molesto porque la actitud no aparece por ninguna parte, y el reloj avanzando, corren los minutos, pero no los jugadores, pasa el tiempo, sigue avanzando, no cesa, no para, no se detiene… ¡Puta madre carajo! ¡Pongan huevos hijos de la chingada! ¡Que nos vamos al descenso y ustedes sin una mierda de ganas! Eso sentía yo, eso sentíamos todos me parece… y eso justo eso reflejó el rostro de Omar Bravo cuando recriminó a sus compañeros su sobrada indolencia, ¿Dónde estaba la actitud? ¿Dónde las ganas de quedarse en primera?... y de quién vino por Dios… de Bravo, al que amenazaron de muerte, al que la afición, la Fiel; reprochó su pasado chiva, su cuna en el odiado rival, ese mismo que tantas veces nos gritó un gol a la cara, ese que es uno de los goleadores históricos del Guadalajara, nos estaba pidiendo lo que tendríamos que dar por sentado cada que salimos a la cancha con el escudo de la letra A en el pecho. 

No pude entender lo que les gritó, pero fue un reproche seguro, y bueno, que te lo diga uno que no corre, igual ni caso haces, pero Bravo hoy se mató en la cancha… comprometido está, y no voy a deshacerme en elogios, porque nunca fue de mi agrado, pero mis respetos los tiene. Al igual que Vuoso, otro eternamente abucheado, también el tan cuestionado Pinto, ellos dieron la cara, por este trío de futbolistas hoy, tras haber librado la primera batalla rumbo a la salvación o el desastre. Podemos quedarnos tranquilos. Por ellos el Atlas se trajo un punto de C.U.

Bravo,Omar

El Gol de Omar Bravo a pase de Vuoso, nos deja igualados nuevamente con Querétaro en lo que se antoja será un mano a mano hasta la última fecha. Hoy grité el gol con alma y vida… sí un gol de Bravo, algo que jamás imaginé… hoy creo que, el sentir de la fiel es que… atrás queda el Bravo de Chivas, esperemos que la indolencia de algunos se quede en C.U.; que también quede atrás… 

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Sufrir, sufrir contigo…Prólogo

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