El Chelsea la pasaba mal, el Stoke City era mejor pero no lo pudo plasmar en el tanteador y hasta le terminó dando una mano a su rival con dos goles en contra. Increíble pero real. Los de Rafa Benítez marchan terceros y aún mantienen las ilusiones en la Premier, aunque deben corregir varios errores..
Todos aquellos que sigan la campaña del Chelsea desde que Rafa Benitez tomó el mando del equipo habrán visto, o al menos notado, que le cuesta horrores hacerse dueño del partido y el encuentro frente al Stoke City no fue la excepción.
A pesar de contar con muchas figuras de renombre al conjunto de Londres le cuesta hacerse dueño del balón y hasta plasmar su superioridad. ¿La razón?. Esta pregunta puede tener varias respuestas, pero si uno observa en detalle los encuentros encontrará que los que deben tomar la posta recién aparecen después de la media hora de juego y muy pocas veces antes.
Todos aquellos que sigan la campaña del Chelsea desde que Rafa Benitez tomó el mando del equipo habrán visto, o al menos notado, que le cuesta horrores hacerse dueño del partido y el encuentro frente al Stoke City no fue la excepción.
A pesar de contar con muchas figuras de renombre al conjunto de Londres le cuesta hacerse dueño del balón y hasta plasmar su superioridad. ¿La razón?. Esta pregunta puede tener varias respuestas, pero si uno observa en detalle los encuentros encontrará que los que deben tomar la posta recién aparecen después de la media hora de juego y muy pocas veces antes.
En esta ocasión fue de esta manera, porque
hasta los 30 minutos de la primera parte los dirigidos por Tony Pulis fueron
mejores que los Blues aunque jamás lo plasmaron en el marcador. Su juego se
basaba en balones largos que lanzaban sus defensores hacía sus delanteros,
quienes se sentían cómodos con esta forma de atacar. Siempre aguantando de
espalda al arco y descargando a los costados.
El Stoke tuvo oportunidades y no supo como
romper el cerrojo del Chelsea, algo que le terminó costando caro y hasta se puede decir que le dio una mano a
su rival para conseguir la ventaja, ya que cuando la primera parte se moría un
centro al área chica que parecía estar controlado terminó en el fondo del arco
de Begović. Jugada desafortunada le dicen algunos, acá nosotros le vamos a
decir gol en contra y una mala cobertura.
Jonathan Walters fue el que con una
palomita acrobática empujó el esférico adentro de su propia meta. Su cara lo
decía todo, sin embargo el segundo tiempo daba la esperanza de que la cosa se
podía revertir. Igualmente con la llegada del complemento las ilusiones se
disiparon como el humo y la pesadilla cobró vida. Bah pesadilla para el pobre
de Walters.
El delantero irlandés tuvo una tarde para
olvido, porque después de su fatídica conversión volvió a demostrar que lo suyo
no defender y clavó otro autogol. Esta vez fue por no mirar la pelota y no por
querer despejarla, pero el resultado fue el mismo. La bola terminó dentro de su
arco. Más tarde vino el gol de penal de Lampard y el golazo de Hazard, de esos
para poner en un cuadrito o para mirar un par de veces con las repes en cámara
lenta.
![]() |
Lampard terminó de cerrar el partido.. |
Chelsea ganaba por cuatro y de la nada
apreció la chance de reivindicación para Walters. Penal para el Stoke, el
nacido en Irlanda tomó la pelota, se acomodó, tomó distancia, corrió hacía el
punto del penal, le dio con violencia y los hinchas que estaban detrás de la portería
recibieron lo que salió desde sus pies. Horrible ejecución que se fue por sobre
el travesaño y seguramente esta noche el punta no va a dormir del todo bien.
Los de Rafa volvieron a ganar, pero para
los que miran un poco más allá de la victoria no todo es color de rosa, porque
queda la sensación de que duerme la siesta en los primeros minutos de los
encuentros, algo que contra un team de mayor envergadura le puede costar muy
caro y habrá que ver cómo se para frente a la desventaja en el marcador o si
realmente puede dar vuelta un resultado desfavorable..
0 Comentarios..:
Publicar un comentario