Hicimos una reunión cumbre en CR, donde no salió una idea y uno tiró: ¿vieron lo que hice el jugador de Udinese?. Un par quedaron mudos y el más despierto dijo: "Hago una nota con eso". He aquí las conclusiones sobre una situación que si sale bien sos un lo más y si sale mal quedas como un tremendo boludón.
Lo que le ocurrió a Maicosuel, jugador del Udinese, en la última fase previa de la Champions League, reabre el debate: ¿Está bien picarla en un penal? Para los que no hayan visto la acción, pueden comenzar a imaginarla.
Lo que le ocurrió a Maicosuel, jugador del Udinese, en la última fase previa de la Champions League, reabre el debate: ¿Está bien picarla en un penal? Para los que no hayan visto la acción, pueden comenzar a imaginarla.
Definición desde los doce pasos ante el Sporting Braga como locales, en Friuli. Ventaja para los portugueses y el que debe disparar para dejar a los del norte italiano en carrera es el futbolista brasilero. Hace un amague y la pica. La pelota sale mansita, pero el arquero del equipo lusitano la espera sin prisa y muy calmo, paradito en el medio del arco. Los lusos a la Champions el Udinese a la Europa League.
Por supuesto, el ex Botafogo es ahora el enemigo público número uno. Y seamos francos, errar un penal de esa forma deja expuesto al pateador; en otras palabras, parece un boludo. Es que el no ingresar a la copa más importante a nivel de clubes en Europa le representaría al Udinese una caída en sus ingresos de alrededor de 25 millones de dólares, según se estima entre pérdidas publicitarias, derechos de TV, premios y ganancias de taquilla.
Pero como no somos mercantilistas, no lo vamos a liquidar a Maicosuel por eso; a lo que nosotros nos interesa es descubrir (?) si está bien o no patear un penal de esta manera. Vamos por partes.
La doctrina indica que "penal bien pateado es gol". Citamos una anécdota que no se contó nunca: en un Superclásico cuando ninguno de nosotros había nacido, Delem erró para River un penal en la Bombonera. Mejor dicho, el arquero de Boca se lo había contenido, aunque Roma se había adelantado. Fue ahí, ante las protestas de los jugadores visitantes, que el árbitro Carlos Nai Foino dijo la frase citada más arriba. La anécdota es recordada porque ese partido terminó definiendo el título de los Xeneizes en el campeonato de 1962.
En esa frase que buscaba, antes que nada, sacarse la responsabilidad de encima había mucho de verdad. Es que es físicamente imposible que un arquero llegue si el penal es esquinado, y con una fuerza considerable, sin que esto implique necesariamente que sea un bombazo.
La masita de Maicosuel y el Udine afuera.. |
Por supuesto, la instancia de la ejecución -y más aún si se trata de una definición- es de los momentos más estresantes que puede vivir un futbolista. Quizás en una práctica no erre jamás y en el momento de la verdad no le entre al balón de la mejor manera. Cagazo Nervios, que se le dicen. Además, pueden incidir otros factores como el estado físico.
Por eso, en muchos casos en lugar de "arriesgar" y que la pelota termine yéndose afuera o pegando en un palo, el jugador decide no ir sobre lo "seguro"; insistimos, sostenemos que si el penal es fuerte contra un palo -y el arquero no se adelanta groseramente- es imposible que no sea gol. Es allí, donde empiezan a aparecer otro tipo de opciones.
Extrañamente (bah, en realidad si uno escucha una transmisión promedio, de extraño eso no tiene nada) diferentes comentaristas suelen decir "la aseguró" cuando el penal es una disparo fuerte al medio. Se supone, que el arquero siempre se va a mover, pero lógicamente de seguro eso no tiene nada. El hijo bobo de "asegurarla" es picarla (?).
A favor de esta maniobra, los puristas podrán sostener que requiere de técnica, creatividad y coraje. Meh; hacelo en una práctica (?). Por supuesto, si termina en gol sos un canchero, el tipo vivo, el que se levanta todas las minas. Si lo errás, quedás como Maicosuel.
Pensemos sino en el caso de Antonin Panenka, en Europa esta ejecución lleva su nombre. Recordemos el checoslovaco decidió de esta forma la Copa Europea de 1976 en la final ante Alemania Occidental. Nadie se acuerda más nada de este señor.
Nuestro Panenka contemporáneo es Sebastián Washington Abreu, el "Loco". Su política de estado le marca que tiene que picarla, y así va por la vida. Su obra cúlmine, ante Ghana en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica, todos lo recuerdan. Pese a que todos podían sospechar que iba a hacerlo ahí comenzaba a tallar hasta dónde se iba a animar y hasta dónde no.
El delantero uruguayo, que terminó relatando esa jugada casi tantas veces como Ghiggia su gol en el Maracaná, dijo que pensó que el arquero reflexionaría algo así como "no se va a animar, además no me puedo quedar parado en el medio en el último penal". Por eso se volvieron (?). Si bien hay un dejo de verdad en el hecho de que está mal visto que el golero elija quedarse en el centro, parece un riesgo innecesario.
Nadie niega que se requiere de huevos actitud para enfrentar así un disparo, pero linda con la desidia o la irresponsabilidad. Pensemos en Zidane con su penal en el 2006, estuvo a centímetros de errarlo, arriesgando en demasía. Otra cosa es hacerlo en una definición con Merlo por la Copa Argentina (?). Hasta en un torneo de verano queda mal errar un penal así, sino pregúntenle a Omar Pérez.
Es que el penal, a diferencia de otras muchas instancias que tiene un partido de fútbol, deposita la responsabilidad sólo de un lado. El arquero no tiene absolutamente nada para perder. He ahí el punto. La máxima sería, si querés jugar en equipo, patealo a una punta como Dios (?) manda, si querés la foto, el afiche y las minitash, picala. Ojo, que no te pase como a Maicosuel.
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