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La maldición del Botín de Oro


La vida tiene idas y vueltas, triunfos y fracasos y claramente la historia que nos trae nuestro redactor cordobés puede entrar en este parámetro, porque Oleg Salenko pasó de ser un goleador "increíble" a la decadencia, lo cual hasta lo llevo vender su trofeo de goleador del Mundial 1994.


Hace cerca de un mes nuestro gran Lio Messi nos dejó a todos con la boca abierta cuando, en aquel Barcelona 7 – Leverkusen 1, anotó nada menos que 5 goles. Claramente conseguir semejante marca en un partido de Champions League es muy difícil, pero mucho más complicado es hacerlo en una copa del mundo. Nuestro público más joven difícilmente lo conozca, pero a los más viejos maduros el nombre de Oleg Salenko algún recuerdo nos va a despertar.

Hace 18 años, en el Mundial de USA 94, la gran atracción era el regreso de Diego Armando Maradona luego de sus conocidos problemas extrafutbolísticos y de sellar aquella sufrida clasificación en el repechaje ante Australia. Pero a D10S le cortaron las piernas y, al parecer, se las trasplantaron a un ruso que, por aquél entonces, militaba en el Logroñés de España.

El 28 de junio de 1994 en aquél recordado partido entre Rusia y Camerún, por la fase de grupos, Salenko se despachó sorprendentemente con 5 goles y terminó el torneo como máximo anotador junto al gran Hristo Stoichkov, ambos con 6. Aquél encuentro también le sirvió a Roger Milla para convertirse, con 42 años, en el jugador más veterano en marcar un gol en mundiales superando su propia marca establecida 4 años atrás en Italia.


Made in ese álbum imposible de llenar 
A partir de allí, el ignoto delantero cobró fama mundial y despertó el interés de los equipos poderosos. El Valencia de Parreira fue su destino y le tocó compartir vestuario con algunos gigantes de la talla de Predag Mijatovic, Andoni Zubizarreta, Mazinho y Gaizka Mendieta. Estaba todo dado para el gran salto, pero le faltó envión y no paró de caer.


En el equipo “che” sólo marcó 7 goles en 25 partidos y, a final de temporada luego de negociaciones con el Manchester United para convertirse en el aguatero sucesor de Eric Cantona, partió hacia Escocia para jugar en el Glasgow Rangers. Ni la conocida tradición religiosa de los “blues” logró resucitar la carrera del ruso y sus números fueron decepcionantes (6 goles en 20 partidos). Próxima parada: Turquía.

En el Istanbuspor el goleador parecía despertarse, pero la maldición dijo presente una vez más. Cinco fueron los goles que lo lanzaron al estrellato y 5 fueron los años que estuvo sin convertir un solo gol, aquejado por problemas físicos y una larga inactividad. Se retiró en 2001 jugando para el Pogon Szczecin de la liga polaca.


Pero la condena de aquél Botín de Oro conseguido en Estados Unidos lo persiguió en su vida personal. Los problemas económicos llegaron y, en 2010, Salenko  decidió vender aquél legendario trofeo. Según él mismo contó, empresarios de los Emiratos Árabes le ofrecieron 500 mil dólares para hacerse con el botín y exhibirlo en un museo.

Aquél prometedor delantero que, según dicen, durante su paso por el Valencia le enseñó a Mendieta a mejorar su técnica para patear penales, siguió despuntando el vicio representando a su país en el fútbol playa y hasta se animó a comentar el Mundial 2002 para la televisión de Ucrania.

Hasta el día de hoy, es el único jugador, que logró anotar 5 goles en un partido de un mundial y es por eso que desde CR le rendimos nuestro más cálido homenaje.

2 Comentarios..:

  1. Me acuerdo lo triste que me puse el día del 6-1. Era un incondicional de Camerún, y más todavía, del gran Roger Milla

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  2. muy buena nota. no sabia de este muchacho

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