Carlos Tevez no pudo desvincularse del City, pero este conflicto no es algo nuevo en su carrera. Magnates rusos, una causa en una corte de Londres y salidas polémicas adornan la trayectoria de un jugador que reniega de su descubridor en Fuerte Apache.
Con el
cierre del libro de pases a nivel europeo, las posibilidades de Carlos Tévez de
jugar de acá a junio parecen reducidas. Es que a menos que se de un pase a
Sudamérica –principalmente a Brasil- o que vuelva a ser considerado en el
Manchester City no verá acción en la primera mitad del semestre. Muchas son las
explicaciones que se pueden encontrar para este final, en un combo que incluye
el pésimo asesoramiento del jugador, su falta de compromiso, la billetera gorda
de los árabes y una trama por detrás de
su pase que incluye vínculos con los capitales rusos. De todas maneras, las
salidas anormales han sido una constante en Tévez, quien incluso reniega de su
descubridor de Fuerte Apache.
Y es que si
alguien tiene que pensar en un entorno adecuado (el de Messi, su Némesis,
podría ser un buen ejemplo) jamás incluiría a un grupo inversor como el MSI o a
sujetos como Kia Joorabchian o Boris Berezhovsky. Sin embargo, antes de que
llegara el estrellato, los goles y los dólares, Tévez fue marcado por su primer
salto grande cuando pasó de All Boys a Boca.
No por
conocida la historia carece de valor que vuelva a ser repetida. Es sabido por
muchos, que un jovencito de 12 años que jugaba en las divisiones inferiores de
All Boys pasó raudamente a Boca y allí sería donde finalmente debutaría y
comenzaría a dejar atrás la vida de sacrificios.
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Carlos Martínez, en las inferiores de All Boys |
Pero el poder adquisitivo del Boca de Macri, que se había quedado con Club Parque, que dirigía Ramón Maddoni, fue por el pibe categoría ’84. Con Maddoni a la cabeza del movimiento se fue de Floresta, pero antes se cambió el apellido por Tevez, el del marido de su tía (que para Carlos siempre fueron “papá” y “mamá”).
Fue ese
pase (que por supuesto no fue avalado por All Boys) el que le simplificó mucho
a Tévez, el que le dio la posibilidad de llegar a un grande como Boca, con otra
exposición. Fue eso lo que mamó en sus orígenes y esa manera de salir de los
clubes luego sería una constante en su carrera.
De allí en
más, en cuanta entrevista tuvo para hablar de su pasado en inferiores, Propato
fue ninguneado. Tévez mencionó siempre a Maddoni como su descubridor y de sus
épocas en Santa Clara pocas referencias hizo. Muchos de sus compañeros en el equipito
del barrio cayeron detenidos, mientras que el Guacho Cabañas se quitó la vida
en medio de un tiroteo con la
Policía.
Con Carlos
Bianchi en el banco se vio una de las mejores versiones del delantero.
Insaciable, lideró futbolísticamente al equipo que se quedó con la Libertadores 2003.
Parecía destinado a una carrera idílica, la gente xeneize lo idolatraba y él
respondía que quería quedarse para siempre en Boca, ante los rumores de una
transferencia al Bayern Munich alemán.
Sin
embargo, comenzó a conocer el asedio mediático, las presiones y su juego en
Boca ya no fue el mismo, aunque logró conseguir la Sudamericana 2004
como último logro en el club. Cansado, forzó su pase al exterior y allí aparecerían una serie de nombres
propios que lo acompañarían por bastante tiempo: MSI y Kia Joorabchain.
19,5 millones de dólares era el valor de la transferencia de Tévez al Corinthians anunciado por Mauricio Macri (luego se comprobaría que el total del pase fue de 16 palos). Además, según se dijo en ese momento, al contado, algo por lo menos extraño. Un año y medio pasaría el delantero en San Pablo. Se hizo ídolo de la popular torcida y sus goles llevaron al Timao a quedarse con un certamen que había contado con partidos que se jugaron dos veces por arreglos arbitrales. Sin la lucidez de otros tiempos, el argentino se había ganado a la hinchada brasilera.
Sin
embrago, en paralelo, el gerenciamiento del MSI con Joorabchain (el clon de
Guillermo Rivarola) como cara visible, levantaba cada vez más sospechas. Una
comisión por lavado de dinero empezó a estudiar el asunto, pero recién
avanzaría en el caso cuando ya era demasiado tarde. Es que el MSI había vaciado
al conjunto paulista, había vendido a Tévez y Javier Mascherano y el destino
inexorable de este gigante de Brasil fue la Segunda División.
El punta,
que era seguido con devoción por la afición brasilera que había comenzado a
usar su peinado de trencitas, una vez más hizo lo posible por irse. Había
vuelto del Mundial de Alemania y dijo que no quería jugar más en Brasil,
aduciendo entre otros motivos el mal estado de los terrenos de juego en
comparación con los europeos. Además, el clima para con él en el vestuario no
era el mejor (llegó a tener una pelea con un compañero en pleno entrenamiento).
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Con Mascherano, en el West Ham |
Es que
Tevez fue adquirido a Boca no sólo por el MSI (una firma que tenía sede en el
paraíso fiscal de Islas Vírgenes) sino también por otra firma: Just Sort Inc.
Son estas dos empresas las que lo ceden a préstamos a West Ham. Cuando se
conoció la falta en la que habían incurrido Tévez y Mascherano se les exigió un
poseedor de los derechos económicos. A Mascherano lo compraría el Liverpool,
pero a Tevez lo terminaría adquiriendo a préstamo el Manchester United.
En el
medio, MSI le vendió los derechos económicos de Tevez a otra firma (Harlem
Springs) con sede en Islas Vírgenes y que nuevamente tenía a Joorabchian como
dueño, quien ya era reconocido por Tevez como su apoderado. En el plano
futbolísitco, el delantero fue vital para que el West Ham mantuviera la
categoría con goles decisivos, incluso en la última fecha en una sospechosa
victoria por 1-0 ante el United en Old Trafford.
A préstamo
por dos temporadas –y seis millones de libras para Joorabchian- llegó Tevez al
conjunto de Sir Alex Ferguson. Antes, el Sheffield United –que terminó
descendiendo- pidió un resarcimiento por la inclusión del argentino. La sanción
fue de 10 millones de libras para los Hammers, hecho que condicionó su
temporada siguiente.
Su primer
año como diablo rojo vieron una buena versión de Tevez, con obtención de
Champiosn League incluida. Sin embrago, Ferguson buscó otro delantero y llegó
Berbatov, su lugar poco a poco fue siendo menor y su aporte en las redes
disminuía. En paralelo, una disputa por los derechos del jugador nacido en
Fuerte apache se desataba que incluía no solo a Joorabchain, sino también a
oligarcas rusos (como Berezhovsky) o georgianos (como Arkadi
"Badri" Patarkatsishvili), todos ellos enriquecidos con la caída de la URSS perseguidos en la década del 2000, lo que los
llevó a exiliarse en Londres.
Berezhovsky denunció ante los tribunales londinenses que
tanto él como Patarkatsishvili eran co-propietarios del MSI y que Joorabchian
los estafó, ya que según documentos MSI pertencía a otra firma (LMC) con sede
en Gibraltar y propiedad 100% de “Badri”, socio del ruso. En verdad, la denuncia
es por motu propio, porque el georgiano falleció en el 2008 -luego de que
denunciara que sería asesinado. Esto, se resolverá este año en un juicio oral
que comenzará en octubre.
Tevez, que aún era propiedad de Joorabchain desestimó la posibilidad de seguir en el United (fue el momento del “It´s very difficult”; la opción de compra era de 25 millones de libras) y a cambio se fue al City. Hubo una diferencia de 21 millones de libras que fue a parar a las arcas del iraní con el traspaso al otro conjunto de Manchester ya que el Sheikh Mansour bin Zayed Al Nahyan pagó 45 millones de libras y le aseguró un sueldo de 240.000 dólares semanales. Claro está, que se ganó el odio eterno de los aficionados de Old Trafford.
Con los Citizens la temporada 2010/2011 volvió a ver lo
mejor de Tévez, al menos en Europa. A fuerza de goles llevó al conjunto del
cagón temeroso Roberto Mancini a Champions League al mismo tiempo que se
consagraba en la FA. Sin
embrago, nuevamente a través de Kia, los descontentos del argentino se hicieron
oir. Que era una ciudad donde “llovía mucho”, que no había demasiados
“restaurantes”, y otra serie de excusas que ya había lanzado a finales del
2010.
El City, excedido en petrodólares, poco caos hizo a este pedido de salida y mantuvo al delantero. A partir de acá, la historia es conocida. El partido ante el Bayern en Munich, su negativa a ir a calentar y las sanciones del club. El repudio general a su figura de parte de los hinchas es claro.
El City, excedido en petrodólares, poco caos hizo a este pedido de salida y mantuvo al delantero. A partir de acá, la historia es conocida. El partido ante el Bayern en Munich, su negativa a ir a calentar y las sanciones del club. El repudio general a su figura de parte de los hinchas es claro.
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Si no entendés, poné el traductor de Google |
Pero los desplantes de Carlos no se limitaron a los clubes. También tuvieron su apartado en el ítem Selección Argentina. El primero fue con la disputa entre Boca y la Albiceleste por el Mundial sub 20 del 2003. Tevez finalmente se quedó con el Xeneize y terminó cantando arriba de un travesaño que la “Selección se va a la puta que lo parió”.
Lo que para cualquier jugador hubiera significado el
destierro de las filas nacionales en este caos no fue tal, apañado ciertamente,
por los grandes medios que siempre impulsaron las convocatorias del delantero.
De todas maneras, su nivel lo respaldaba.
Con Marcelo Bielsa en el banco dio lo mejor (¿Lo único
bueno?) suyo con la celeste y blanca, coronando en copa América como goleador y
en Atenas, donde se conseguiría la medalla dorada. Pero Bielsa se iría, y de
ser delantero centro comenzaría la Lugüercización de Tevez y su actitud cada vez más
demagógica.
En Alemania, Pekerman lo había dejado como recambio; sin
embargo en la previa del choque de cuartos de final se autoincluyó en una
recordad conferencia de prensa. El DT, a pesar del muy buen nivel de Saviola
optó por Tevez quien se pasó todo el encuentro corriendo a los laterales
rivales. Nacía el “jugador del pueblo”.
En ese papel, disputó las eliminatorias subsiguientes. ¿El
resultado? Dos expulsiones y un gol en todo el periplo rumbo a Sudáfrica. A
pesar de todo esto, fue fija siempre, con Basile o Maradona. Sin embargo, El
Diez no lo tenía en su once de arranque para el Mundial. Otra vez los
micrófonos hicieron lo suyo y el delantero metió presión –acompañado por el
tachín tachín de Olé- y terminó saliendo de arranque.
Tras la eliminación (con su penosa labor ante Alemania),
puso el grito en el cielo –de manera leal- por el despido encubierto de
Maradona. Llegó a la concentración con Metallica musicalizándole su arribo,
pero luego de una reunión con Grondona su coro de fondo era un tema de Justin
Bieber.
Como vemos, ese primer paso que dio Tevez empujado por el macrismo
en Boca (a todas luces turbio y de una manera non sancta) resolvió su futuro en
más de un sentido. Es que fue la manera en que el jugador, con un entorno
viciado, se manejó en toda su trayectoria. Su futuro es una incógnita, su
pasado lo condena.