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“Crack..”


El título de la nota, una simple palabra, resume lo que es Lionel Messi dentro de una cancha de fútbol, porque para los “futboleros” la belleza se abrevia en sus movimientos: siempre suelto, siempre dispuesto a “pedirla” y siempre con su amigo el gol. Para muchos su mayor falencia es “no cantar el himno”, pero otros tantos tiene errores mínimos o no los tiene y sólo resta esperar para que se consagre en un Mundial..

El partido ante el BATE de Bielorrusia por la Champions League, no comenzó como uno más para la “Pulga”, ya que los ojos de varias personas estaban posados sobre él. Antes del encuentro los medios españoles, argentinos y del mundo remarcaron que sólo le faltaban dos goles para alcanzar a Ladislao Kubala, quien ostentaba el trofeo de segundo goleador histórico del Barcelona.

Esos dos tantos llegaron y el rosarino volvió a romper otra marca, como ya es habitual en su carrera. Los 194 goles que anotó para el conjunto de España ya quedaron instalados en la memoria de los amantes del fútbol, pero lo más curioso es que sólo tiene 24 años, con lo cual no es difícil suponer que seguirá aumentando su leyenda. 

La estadística asegura que le faltan 41 anotaciones para convertirse en el máximo goleador de la historia del conjunto culé y ese escalón tiene nombre y apellido: César Rodríguez, un mítico delantero “gallego” que “rompió redes” entre 1939 y 1955 y que convirtió 235 goles con la casaca azulgrana. 


No son pocos los que dicen que los viejos récords no se pueden quebrar, pero con Messi la lógica no sirve, porque el argentino se encarga de deshacer todos los números. Igualmente las cifras no son su único punto a destacar. Desde hace tiempo, por no decir años, el capitán de la Selección es uno de los abanderados del mejor equipo del mundo.

El Barça marca el ritmo de las competencias más importantes del planeta y su estilo para manejar el balón se volvió la envidia de muchos. Una de las caras visibles de ese excelente "Dream Team", es Pep Guardiola, DT del equipo, y que junto con la “Pulga”, Xavi, Andrés Iniesta, Daniel Alves y David Villa, por nombrar a algunos, ponen en jaque a todos aquellos que aseguran que "ya no se juega bien". 

Otros dirán que el tema tabú de "Lio" es el combinado albiceleste, aunque argumentar su falta de gol en el “cuadro” nacional con la explicación banal de que “no canta el himno” sería caer en el simplismo de no poder explicar las verdaderas razones: la falta de un equipo y de socios son dos de los puntos más importantes y donde se debería trabajar.
No es novedad no saber a qué juega el seleccionado argentino que ahora maneja Alejandro Sabella, quien en pocos partidos parece imponer cierta organización. En los ciclos anteriores, descartando el de Marcelo Bielsa, porque el “Loco” propuso desde el principio “su” estilo, no hubo una “bajada de línea” y en la mayoría de los encuentros disputados se destacó la desorganización.

El mejor futbolista del mundo puede tener errores y virtudes, pero sus partidos son para disfrutar y seguir sacando conclusiones. “Sólo el falta un Mundial”, se escucha en algunos rincones y seguramente el tiempo se lo dará.