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Corriente Dinamo

El equipo ucraniano se ha colado entre los 16 mejores equipos de Europa. Mérito de ello lo tienen sus jugadores pero también el entrenador, Serhiy Rebrov. El ex jugador ha devuelto al histórico elenco de la capital, los valores y aprendizajes de otras épocas.


Comenzando con Valery Lobanovski, luego pasando por Oleg Blokhin y por último llegando a Andriy Shevchenko, así se puede apreciar la grandeza del Dinamo de Kiev. Enredado en cuestiones políticas a lo largo de su historia, el equipo ucraniano ha podido despegarse y construir un camino repleto de consagraciones. Hace pocos días ha logrado la clasificación a los octavos de final de la Champions League, demostrando porqué es considerado uno de los mejores de Europa del Este.

El encargado de dirigir el plantel es el histórico Serhiy Rebrov, segundo goleador del Dinamo en los 92 años de existencia, a cargo del primer equipo desde 2014. En la última temporada se ha hecho con el título local arrebatándole el reinado al Shakhtar Donetsk de Mircea Lucescu, que había campeonado en los últimos cinco años. La historia de Rebrov es muy particular: nació en Horlivka, pueblo perteneciente a la región de Donetsk, hoy anexada al territorio ruso tras varios conflictos bélicos. Debutó en el Shakhtar -donde jugó 26 partidos- antes de aterrizar en Kiev para jugar con el Dinamo durante ocho años, y llegar a ser uno de los máximos ídolos de la institución (convirtió 93 goles en 189 partidos). Es así que después de haber jugado en varios equipos del oeste de Europa y finalizar su carrera en Rusia con el Rubin Kazan, se calzó el traje de entrenador en el lugar donde más lo quieren, a pesar de la cruel guerra con los separatistas de su ciudad natal.

Fue en ambos mandatos de Valeri Lobanovski (1974-1990 y 1997-2002) cuando el Dinamo de Kiev escribió las mejores páginas de su rica historia, ya que conquistó dos recopas europeas. La primera fue en el año 1975, tras vencer al Ferencvaros húngaro. La segunda, ante el Atlético de Madrid de Luis Aragonés, diez años después. El Coronel, como se lo conocía, intentó imitar el fútbol total creado por Rinus Michels. Sin embargo, lo más destacable en su labor fueron sus ideas de juego, adaptándolas a piacere. Introdujo la ciencia dentro del fútbol, términos como “subsistemas” y “elementos” eran protagonistas en sus pensamientos y declaraciones. 

Y ni hablar del triple pressing, al que lo catalogó de indispensable sólo si se llevaba a la práctica con perfección. Consistía en presionar en todas las áreas del campo sin necesidad de asfixiar al rival. Los entrenamientos eran individualizados, impidiendo que los demás equipos se adaptaran. Así fue como en el 98 y 99, con Shevchenko y Rebrov como cartas de gol, el Dinamo llegó a semis de Champions, eliminado por dos equipazos: primero la Juventus de Zinedine Zidane y Alessandro Del Piero y luego por el Bayern Múnich, con Lothar Matthaus y Mario Basler. Dirigiendo a la URSS no le fue de la misma manera que en el Dinamo, de hecho sus períodos fueron esporádicos y los resultados no prosperaron.

Tanto Rebrov como Shevchenko siempre defendieron a Lobanovski. Serhiy, por un lado, intenta ahora imitar una utopía que en los '90 fue realidad, con un equipo menos competitivo pero con la virtud de estar entre los 16 mejores de Europa. Andriy, ya retirado, demostró su honor y respeto hacia el Coronel de una manera muy emotiva: luego de la obtención de la Champions con el Milan en 2003, posó con la copa junto a la estatua del entrenador, quien había fallecido un año atrás, cuando apenas pasaba los 63 años. No obstante, esa efigie quedó devastada por la guerra entre ucranianos y separatistas pro rusos. Lo que era un símbolo para Ucrania (el estadio del Dinamo lleva su nombre así como también una de las calles de Kiev), finalizó con antiparras en sus ojos y una cámara antigás en una de sus manos. Los conflictos bélicos devastaron sitios con mucha historia en el país y, por supuesto, el fútbol no estuvo exento de ello.

¿Cómo fue posible terminar con el reinado de Lucescu y ahora afrontar los octavos de final de Champions? ¿Cómo y dónde se ha instruido Rebrov para hacerse cargo del club del cual es ídolo? En varias oportunidades, ha confesado que su aprendizaje como director técnico se atribuye a los cursos de intercambios en Nyon en el 2013, donde estudiantes de licencia Pro de UEFA (muchos de ellos ex jugadores) acudieron para conocer experiencias de entrenadores ya formados que los instruyeron en aspectos fundamentales para un técnico como la relación con jugadores, prensa, ayudantes, afición, entre otros. 

Es así que hasta el momento, los números en esta temporada para Rebrov son excelsos, ya que además de estar clasificado en Champions, el Dinamo comparte la punta del torneo local con el Shakhtar. Ambos equipos cuentan con 43 puntos, al ganar 14 de 16 partidos y empatar y perder los dos restantes, aunque recién se esté atravesando la mitad de la Premier. La Copa de Ucrania es otro de los certámenes que se está disputando y lo tiene al Dinamo disputando los cuartos de final. Cabe destacar que los de Rebrov se coronaron en las últimas dos ediciones.

El camino para llegar a la fase de octavos en la Liga de Campeones de Europa fue bastante regular. Debutó con un empate a dos como local ante el Porto, luego consiguió los tres puntos en Tel Aviv al vencer al Maccabi por 2-0 y cerró la ida de fase de grupos con el empate a cero en casa ante el Chelsea. En los partidos de vuelta, primero cayó como visitante ante los londinenses por 2-1. Sin embargo, fue en la quinta fecha cuando el Dinamo aumentó sus esperanzas de una nueva proeza, al ganarle 2-0 en un partido muy duro al Porto en el Estadio do Dragao, con goles de Yarmolenko (prometedor delantero) y el joven paraguayo Derlis González. 

Las condiciones eran favorables por demás para los de Rebrov, ya que debían jugar frente al Maccabi (último de grupo) en Kiev. Terminó siendo victoria por 1-0 gracias al tanto de Denys Garmash y así quedó sellada la clasificación a la siguiente fase, quedando segundo por debajo del Chelsea, con un total de 11 unidades. Ahora se enfrentará al poderoso Manchester City, otro con ganas de dar el salto y meterse en el libro de los grandes. El partido de ida será mañana en Kiev, mientras que el cotejo de vuelta se disputará el 15 de marzo, en el Etihad de Manchester.

Hay que reconocer que las posibilidades para el Dinamo de Kiev de conseguir la orejona son casi nulas. Un plantel con jugadores de menor jerarquía que el resto y con valores más terrenales hacen ver lejana la imagen del capitán veterano Oleksandr Shokovskiy levantando la copa. Una buena manera de afrontar este buen presente, es haciendo memoria y recordando el pasado, comenzando por Lobanovski, pasando por Blokhin y terminando con Shevchenko.

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