Colombia
venció a Brasil por 1-0 y tomó aire en el Grupo C. El ingreso de Gutiérrez y el
planteamiento de Pekerman fueron claves. Brasil enfrentará el partido decisivo
sin Neymar.
Una imagen diferente exhibió
Colombia. De aquel equipo apático y con pocas ideas que cayó derrotado ante
Venezuela, a otro que exhibió un progreso colectivo a partir de una
modificación de ataque. José Pekerman quitó a Carlos Bacca de la alineación titular y
volvió a colocar a Teo Gutiérrez cerca de Radamel Falcao, repitiendo la fórmula de
ataque que tantas veces utilizó y que tantos resultados le brindó. El cambio
resultó favorable.
Desde un primer momento, las
virtudes asociativas del atacante de River fueron el sustento colombiano. El
barranquillero exponía su dinámica y constante movilidad para no dar
referencias y aparecer en todo el frente de ataque. Por momentos, originó
líneas de pase a espaldas de Fernandinho. Permitía a su equipo asentarse en
campo contrario, jugando simple y dejando varios controles que simplificaron
las acciones.
De cualquier manera, el
ingreso de Teo estuvo acompañado por un planteo de Pekerman que intentó
disminuir las cualidades brasileñas y aprovechar sus debilidades. Así, desde el
inicio, los cafeteros permitían que su rival saliera con el balón desde el
fondo, aunque rápidamente obturaban cada espacio en campo propio. El entrenador
argentino, consciente de las deficiencias de Brasil para llevar el peso de un
partido, dejó transportar a los de Dunga. James Rodríguez dispuso de espacios para
lanzar. Juan Cuadrado y ambos delanteros corrían por los tres carriles, pero no
pudieron imponerse en esos envíos directos.
Brasil llegó al Monumental
de Santiago con dos modificaciones con respecto al once que había presentado
ante Perú. David Luiz fue reemplazado tras su fallo por Thiago Silva, al tiempo
que Firmino ingresó por Diego Tardelli. El DT buscó mayores permutas en ataque, con
el objetivo de liberar los carriles centrales para que allí aparezca Neymar o
un volante por sorpresa. Sin embargo, cada salida carioca se iniciaba con el
apoyo del crack de Barcelona por izquierda, y rápidamente la jugada se diluía.
Inconexo e impreciso, el conjunto no conseguía tener fluidez en campo
adversario.
Cuando Colombia disponía del
balón, comenzaba una serie de desplazamientos que encontraron a Teo como el
mejor receptor entre líneas. Carlos Sánchez se acercaba a los zagueros para ser el
primer pase, mientras Camino Zúñiga y Pablo Armero ganaban metros por ambos carriles.
Cuadrado se cerraba mientras James ejercía de mediapunta. La simetría de los
laterales fue elemental para ensanchar el campo y originar espacios internos. Por
dentro, los colombianos tuvieron fases de posesión de alta calidad. Arriba,
Falcao demostraba que aún no está fino, pues nunca pudo imponerse a los
centrales. No obstante, el ‘9’ fue quién originó la jugada del gol.
Contra la línea de banda y
cercado por tres rivales, Radamel protegió el balón y recibió la falta de Fred.
En la pelota parada, el central Jeison Murillo fue el más veloz tras una serie de
rebotes y consiguió establecer la apertura del marcador. Del otro lado, Neymar
fue el protagonista de la única chance clara de su equipo en todo el primer
tiempo, luego de que Dani Alves encontrase un vacío para correr y centrar. Ney
cabeceó pero David Ospina respondió con acierto.
La idea colombiana fue
distinta desde el comienzo de la segunda mitad. Pekerman se decidió por el
repliegue, y las limitaciones de Brasil en ataque organizado quedaron de
manifiesto. Los dirigidos por Dunga salieron al complemento con Philippe Coutinho en
lugar de Fred, aunque fueron incapaces de crear espacios para profundizar.
Neymar no contaba con descargas cercanas y sus aventuras individuales se
disminuían en la superioridad colombiana.
Sánchez, el mediocentro
colombiano, realizó un partido excepcional. Sus robos en el centro del terreno
se multiplicaron, al ayudar a los costados o cortar por el medio. Al igual que
Murillo, sus lecturas defensivas fueron impecables. El defensor recientemente
adquirido por el Inter no dejó solo el gol y sus aciertos para recuperar, sino
que también hubo acciones en que condujo varios metros con balón dominado y
permitió salir a su equipo.
Tardelli y Douglas Costa se
hicieron presentes en el campo, ante la inexpresividad de Elias y Willian. Pero
su equipo solo tuvo una ocasión que falló Firmino en el único error de Murillo
en la noche, una concesión corta hacia Ospina que bien pudo acabar en igualdad
brasileña.
Colombia cerró filas con un
5-3-2 en el que Sánchez fue un efectivo más en la última línea. Víctor Ibarbo ingresó
por Falcao y ocupó la banda izquierda para taponar las subidas de Alves. Con el
correr de los minutos, la selección cafetera ocupó cada espacio en su campo,
más allá de ver obstruido cualquier atisbo de contraataque. James, sobre el
final, pudo ampliar con una acción individual en la que Bacca arrastró marcas,
pero su zurdazo acabó rozando el poste de Jefferson.
El triunfo por la mínima
vuelve a situar a los colombianos en una zona expectante del grupo. Brasil deberá
decidir su destino en el último partido ante Venezuela, sin Neymar, que fue
expulsado tras las discusiones al final del partido (una tarjeta amarilla en el
juego ya lo había privado, por acumulación, del juego del domingo). También fue
expulsado Bacca una vez se consumó el resultado final.
Quedan los toques de Teo y
la búsqueda de Pekerman que potenció las debilidades adversarias. La victoria
colombiana quita el invicto que acarreaban los de Dunga tras aquella derrota
ante Holanda, en el encuentro por el tercer puesto del Mundial 2014.
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