Ads 468x60px

.

El mundo conoció a Paulinho

El volante demostró todo su potencial en la Copa Confederaciones. Más allá del talento de Neymar y los goles de Fred, el jugador del Corinthians logró ser el eje de Brasil. El Tottenham será su nuevo destino; no le fue nada fácil. Pasó por el ascenso profundo paulista, Lituania, Polonia...


El fútbol es eurocéntrico. Al menos en esta época post Ley Bosman. Podemos resistirnos, podemos refunfuñar, pero no es ni más ni menos que la realidad. Hoy pareciera que lo que no ocurre en las ligas de Inglaterra, España, Alemania o Italia, no valiera. La Champions League es un producto televisivo único y la desorganización de la Copa Libertadores, producto de la gerontocracia de la Conmebol, no ayuda a competirle.

Presupuestos incomparables hacen que nuestras estrellas se vayan a otras latitudes. El preconcepto marca que si es bueno, tarde o temprano jugará en las grandes ligas europeas. Sin embargo, esta Copa Confederaciones fue una pequeña reivindicación del fútbol sudamericano, en particular de Paulinho, el titánico volante del Brasil campeón.

Que el conjunto dirigido por Luiz Felipe Scolari se haya consagrado no derriba la teoría anterior, pero sí permite hacer algunas salvedades. Es que la figura en ataque fue Neymar, aquel que hizo toda su carrera hasta el momento en el Santos y el otro gran jugador de la Copa fue un volante que hasta hace unos pocos años actuaba en el ascenso profundo del fútbol paulista. Por eso, en estas semanas el mundo conoció a Pualinho

Si bien fue uno de los artífices del único título en la Libertadores de ese gigante que es el Corinthians, el mundillo futbolero (no así las secretarías técnicas de muchos clubes europeos) aún no le había otorgado a Paulinho el sitio que le correspondía. Como siempre, algunas voces alertaban de su talento. Riquelme lo comparó con mucho criterio con Frank Lampard antes del juego de octavos de final de la edición 2013 de la Copa. En la serie, Erviti tuvo como única función anular el juego del mediocampista. 

Un gol clave ante el Vasco en el 2012
Quizás Axel Torres haya hecho una de las mejores definiciones en una de sus habituales charlas con los lectores en Marca. Explicaba el de Sabadell que le habían marcado al ahora ex jugador del Timao como el elemento clave del conjunto de Tite y que no había caso, que para él era un aburrimiento total verlo. Hasta que cayó envuelto en los encantos de este box to box versión paulista, algo que termina decantando con el tiempo.

No se necesita una sensibilidad especial sino una atención en sus movimientos tácticos precisos. En esta Copa Confederaciones fue el termómetro para indicar el espacio de la presión y encontró en Luiz Gustavo el socio ideal en la final ante España. Se comieron el medio e incluso Paulinho casi anota un golazo en la primera parte. Venía de hacer el tanto clave ante Uruguay en semifinales (y uno a Japón en el debut).

Pero nada le fue fácil a José Paulo Bezerra Maciel Junior, no es la típica historia del talentoso que desde chico es señalado como un crack a seguir. De hecho, la gran consagración a nivel mundial le llega a los 24 años, cuando para muchos era un desconocido.

Hasta hace apenas 4 años Paulinho jugaba en el modestísimo Audax Sao Paulo del Campeonato Paulista B, la cuarta categoría del certamen estadual. O sea, la nada misma. Fue cuando volvió de un paso muy ingrato por el fútbol de Europa del Este. 

En el Audax paulista
Su excursión rumbo a Lituania fue difícil. Paulinho tenía 18 años y estando en el Audax le llegó una propuesta del FK Vilnius, un club que ya no existe y que terminó descendiendo con el brasilero en sus filas. Fue en las 2006/2007; no solo sufrió en lo deportivo en un conjunto pobre, sino que además debió padecer el racismo: gritos de mono acompañaban sus participaciones. 

Tras esa mala experiencia, el dueño del club lituano se marchó rumbo a Polonia y se llevó con él a Paulinho. Llegaba al Lodz, un equipo con cierta tradición pero lejos de sus mejores momentos. El paso fue peor que el anterior: jugó poco y nada y cuando lo hizo, encima lo tuvo que hacer como lateral derecho. Con su esposa embarazada, el paulista se pegó la vuelta.

Apeló a una frase de Lenin (lo sepa o no) para explicar esa difícil decisión de irse del fútbol profesional europeo para retornar a un equipo tan chico de Sao Paulo: "Fue dar un paso atrás para dar dos adelante". El Audax ascendió dos veces seguidas y así el Bragantino, de la Primera Paulista y de la Serie B del Brasileirao. Fue allí que lo divisaron ojeadores del Corinthians, y en 2011, un año después de llegar al Timao, ya era elegido como el mejor mediocampista del torneo brasilero. Meteórico ascenso. 

Ayer se supo que el Tottenham adquirió sus servicios por 20 millones de euros, algo impensado hace apenas 3 años cuando era un ilustre desconocido. Categoría que para el gran público europeo mantenía hasta hace unas pocas semanas atrás. Tiene el mundo por delante y será una pieza clave en el Mundial que Brasil espera para saldar una deuda histórica.  

0 Comentarios..:

Publicar un comentario