San Lorenzo cayó en Brasil ante San Pablo por 1–0 y ahora
se encuentra complicado en la clasificación. Michel Bastos el gol a los 89
minutos de la parte final.
Atrás, no hace mucho si uno es optimista, casi 365 días, San
Lorenzo estaba en una situación similar. Con dos partidos de local y pasados
los encuentros de ida, solo cuatro unidades. Y ya sabemos cómo terminó la
historia. El equipo de Bauza desarrolló el partido (casi) perfecto en
la cabeza del DT. Discutible, si personalmente a uno le agrada o no lo que
hizo. Hoy el planteo le salió de manera cuasi perfecta.
La diferencia al elenco campeón, son los intérpretes. Barrientos
no es Piatti, a las claras se nota. Sin ser un mal externo, Pitu carece de características
defensivas y en los momentos de repliegue en conjunto, le resultó complicado. Y
otro fundamental fue Ángel Correa, más allá de que Sebastián Blanco se está
amoldando de buena manera al equipo.
El primer tiempo comenzó con una pelota en el palo y todo
parecía cuesta abajo para los del Ciclón. El juego se recompuso y San Lorenzo
le cedió la pelota a San Pablo, quien lo incomodó pero levemente. Incluso el
visitante tuvo más llegadas en el primer tiempo.

Se juntaron las dos líneas de cuatro, se dejó a un
Cauteruccio (de flojo partido) muy aislado y se trató de conseguir lo que se
podía. Con una gran labor atrás: Yepes y Caruzzo jugaron un encuentro donde
tuvieron que aguantar a Luis Fabiano y lo resolvieron muy bien; el colombiano en
retroceso y con menos campo para recorrer, responde muy bien usando sus años
para marcar. Mas y Buffarini controlaron
alternadamente las subidas de los laterales y los internos de San Pablo, además
de acoplarse a una ofensiva esporádica que intimidaba al local.
En la segunda mitad lo perdonó cuando lo tuvo. Barrientos pateó a las manos de Rogerio Ceni cerca del cuarto final de
hora. Matos entro por Cauteruccio y junto al otro ingresado, Romagnoli,
revolucionaron todo el ataque del elenco de Bauza y así también a toda la
defensa del Morumbí. Una desconcentración. La única en todo el partido. Centro de
la izquierda del ataque de San Pablo y Michel Bastos cabeceó de paloma hacia el
arco. ¿El tiempo? 89 minutos de juego. Demoledor para el azulgrana. Pero
merecido también por la búsqueda incesante del equipo brasilero.
Ahora lidera Corinthians, con nueve unidades. San Pablo con
seis y San Lorenzo con tres. Cierra Danubio que aún no sumó. El próximo cotejo, será la revancha del día de hoy, pero en
el Nuevo Gasómetro (con público). Una victoria será lo único que mantenga al
Ciclón en carrera y ahora deberá esperar una mano de Corinthians. Una situación muy similar a lo que ocurrió el año pasado,
aunque los intérpretes dentro de la cancha, no son los mismos.
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