Las finales no se juegan, se ganan

El Aston Villa se aseguró tres puntos fundamentales en casa al derrotar al QPR por 3-2 en un partido inolvidable. Los londineses fueron muy superiores y merecieron más pero pagaron su fragilidad defensiva y la falta de efectividad. La salvación, una quimera para los de Redknapp.

Dos equipos en uno. De un lado de la cancha el Queens Park Rangers va, genera, presiona. En menos de 20 minutos del juego ante el Aston Villa en Villa Park los de Londres tienen al menos cuatro opciones clarísimas para ponerse  en ventaja y si no pasan a ganar es porque el arquero local, el estadounidense Bradley Guzan, tiene una jornada brillante.

Desde la pelota detenida el defensor Samba se impone en un par de ocasiones y cabe preguntarse cómo llegó Guzan a despejarlas. Con Townsend como el más destacado y la pelea en la delantera de Zamora y Remy, el QPR quería obtener su tercer triunfo consecutivo.

Del otro lado, el Villa era todo temor. Cero fútbol. Benteke y su voluntad, nada más. Por eso, cuando Jermaine Jenas puso adelante a los dirigidos por Harry Redknapp no había sorpresa, sino justicia. 

Guzan hizo todo para que el Villa ganara 

Este era un duelo clave. El Aston Villa llegaba al choque como el primer equipo afuera dela zona de descenso y el QPR como el último, pero ese resultado parcial estrechaba la diferencia a solo un punto. El estadio era un sepulcro.

Debió irse por dos o tres goles arriba el visitante. Sin embargo, en los tres minutos de adición del primer tiempo, todo cambió. Bosingwa estrelló un tiro libre en el palo, en la contra el Aston Villa igualó. Un centro larguísimo de Lowton se vio ayudado por la pasividad de Samba y de Bosingwa. Entre medio de ellos saltó Agbonlahor y puso el empate al superar con un cabezazo a Julio César.

Salió con todo el Aston Villa en la segunda mitad. Parecía otro equipo, con más actitud. Paul Lambert les lavó la cabeza a sus jugadores en el entretiempo, salieron a jugar una final. Por eso, no fue descabellado que los granates pasaran a ganar. El esforzado Weimann   puso a su equipo adelante con un fuerte remate.

Allí Redknapp mandó a la cancha a Taarabt. ¿Puede ser suplente en este equipo? En verdad, en la primera parte el QPR fue muy superior sin el marroquí. Sin embargo, parece mucho jugador como para ser suplente en el último de la Premier. Su ingreso le dio mayores variantes en ataque a los de casaca rayada. 

Townsend con otro disparo desde afuera del área llegó al empate promediando el complemento y ya a esa altura era un partidazo. Los dos equipos iban; el QPR llegaba más pero no concretaba, el Aston Villa aprovechaba las contras. En una de esas encontró el triunfo. La fragilidad que evidenció el Queens Park Rangers en el gol de Benteke puede  llegar a explicar la situación general del equipo. 

Weimann desbordó sin mayores inconvenientes, echó el centro atrás y el belga sentenció. Sobre el cierre el QPR fue y desnudó los mil problemas del Villa aunque no llegó al empate. Los lamentos no servirán demasiado, ganó el Aston Villa y si bien no se asegura la permanencia ni mucho menos, al menos toma un poco de aire. El QPR no entenderá porqué no se llevó puntos de Birmingham y ahora la salvación aparece como una empresa poco menos que imposible.

     

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